Año CXXXV
 Nº 49.377
Rosario,
viernes  01 de
febrero de 2002
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La crisis. Duhalde adelantó el discurso para anticipar algunos anuncios
Pesificarán a 1,20 las deudas bancarias mayores a 100 mil dólares
Sin definición sobre los pasivos no financieros. Habrá una flotación controlada en el corto plazo

El gobierno decidió fijar en 1,20 la paridad para la cancelación de deudas bancarias superiores a los 100 mil dólares, mientras que todavía no decidió si correrán la misma suerte los pasivos no financieros. Además, mantendrá la pesificación de los depósitos a una relación de 1,40 y ampliará el uso de los certificados de plazos fijos en dólares como instrumento de liquidez. En el corto plazo avanzará en una flotación sucia del dólar y habrá medidas específicas para los sectores productivos.
Así lo informó una fuente del Palacio de Hacienda, al término de una larga reunión que mantuvieron ayer los miembros del equipo económico con el presidente Eduardo Duhalde. Allí se decidió también que el jefe del Estado adelantará las ideas generales del plan durante un discurso que pronunciará hoy, y que será el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, el encargado de brindar los detalles el sábado próximo. La movida diseñada por los estrategas oficiales es algo curiosa ya que el presidente también hablará el sábado en su programa de radio, a las 9.30, antes que el jefe del Palacio de Hacienda.
La secuencia de discursos presidenciales y ministeriales fue dispuesta por los asesores del gobierno para pilotear los anuncios en el marco del cacerolazo que está previsto para hoy y luego de registrar el nerviosismo de la city, que se expresó en la disparada del dólar en el día de ayer. Al mismo tiempo, Duhalde ordenó desactivar la plaza del sí. El programa a anunciar contemplaría, entre una larga lista de puntos, la reducción del 50% en el IVA agropecuario.

Dólar sucio
Respecto de la libre flotación del dólar, reclamada por el Fondo Monetario Internacional, el director del Banco Central Aldo Pignanelli señaló por la mañana que "en los próximos días" se avanzaría hacia una "flotación sucia" de la divisa norteamericana, lo cual implicaría abandonar la existencia del dólar oficial.
Sin embargo, hasta anoche no había novedades al respecto en el Ministerio de Economía, que seguí reclamando al FMI que le garantizara el envío de ayuda financiera antes de tomar esa decisión. La razón es simple: ya en el actual sistema de cambio dual el Central debió gastar mil millones de dólares de las reservas para evitar que el dólar se fuera mucho más allá de los dos pesos.
Como la previsión es que, al menos en un primer momento, la divisa se dispare tras la liberación cambiaria, el organismo monetario deberá tener fuertes reservas para intervenir en el mercado. El miércoles, el presidente del Banco Central, Mario Blejer, había asegurado que la decisión sobre el tipo de cambio no estaría incluida en los anuncios del sábado. El vocero del Fondo, Tomas Dawson, dijo anoche que desde Washington no se estaba proponiendo ninguna "acción precipitada" en materia cambiaria. De todos modos, el plan definitivo todavía no está cerrado.
El corazón del programa, y objeto de todas las presiones cruzadas en el último mes, fue la pesificación de deudas y depósitos. El equipo de Remes Lenicov decidió que mantendrá lo estipulado en las leyes de emergencia pública y de reforma a la ley de quiebras, en cuanto a la conversión a pesos uno a uno de las deudas bancarias y no bancarias que no superen los 100 mil dólares.
De allí para arriba, el tipo de cambio al que se efectuará la conversión será a 1,20. Las fuentes de Economía hicieron silencio cuando se les preguntó si esa paridad iba a regir para los pasivos no financieros superiores a 100 mil dólares.
Los depósitos en dólares, en tanto, serán pesificados a 1,40 y para su devolución en billetes físicos se mantendría el cronograma difundido a principios de enero. En tanto, el equipo económico definía anoche la metodología que permitirá utilizar los certificados de depósitos a plazo fijo como medio de pago para transacciones de volumen. La idea con mayor consenso es la de permitir el fraccionamiento de los depósitos.
Según el que haga las cuentas y la referencia cambiaria que se tome, el desfasaje entre la pesificación de deudas y los depósitos oscila entre 8 mil y 20 mil millones de dólares. El locuaz Pignanelli había asegurado el miércoles que el tiempo que se tomaba el gobierno para definir este delicado equilibrio obedecía a que el Estado asumiría la diferencia. Ayer, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, aseguró que la retención a las exportaciones de hidrocarburos para garantizar un bono de compensación a los bancos sigue en pie.
Otra de las patas del plan es el proyecto de ley de presupuesto, que recién será girado el martes al Congreso, cuando el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, vuelva de Estados Unidos, donde participará del Foro de Davos.
Según trascendió ayer, el borrador en el que trabaja el equipo que conduce Oscar Lamberto contempla la unificación de los planes sociales y de empleo y una inyección de recursos al Pami para que normalice su funcionamiento.
El nuevo programa económico mantendría, por otra parte, el beneficio del descuento de 5% en el IVA para las compras realizadas a través de tarjetas de débito. En las últimas horas también surgió la posibilidad que se anuncie una rebaja del 50% en el IVA para el agro. Sin embargo esta propuesta no fue bien recibida por los ruralistas, que entienden que esta decisión debe estar acompañada por rebaja una similar en la compra de insumos para la actividad.

La maquinita
En cuanto al programa monetario, otro de los aspectos centrales del plan, Pignanelli sostuvo que la autoridad monetaria "no emitirá más que 3.500 millones de pesos, que son el equivalente a la ganancia de capital por la revaluación de las reservas líquidas". La autoridad monetaria recuperó la facultad de emisión merced a la reforma de su carta orgánica, que aprobó el congreso. Esta norma también dio amplias facilidades para asistir a los bancos en el marco de una reestructuración del sistema financiero.
Mario Blejer, jefe del organismo, dio una pauta de lo que vendrá: "Algunos bancos se irán y otros se fusionarán", dijo.



Las cacerolas volvieron a sonar ayer en el Monumento.
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