Cincuenta oficiales en la reserva de unidades de combate israelíes que en una carta pública se negaron a prestar servicio en los territorios palestinos podrían ser degradados. Los oficiales habían publicado la carta la semana pasada en varios periódicos. En la misiva se explicaba, entre otros, que el precio de la ocupación es "la pérdida de humanidad en el seno del Ejército y la desmoralización del conjunto de la sociedad israelí". Además, los oficiales afirmaban que se niegan a entrar en territorio palestino para "controlar todo un pueblo, expulsarlo, destruirlo, bloquearlo, hacerle pasar hambre y humillarlo". Uno de los impulsores de la carta, David Sonnschein, de 28 años, acusó al Ejército de derramar inútilmente sangre y de cometer crímenes de guerra. Sonnschein anunció su intención de reunir 500 firmas para obligar al gobierno a retirarse de los territorios. "Queremos seguir en el servicio de reserva, pero no vamos a llevar a cabo una guerra de ocupación", dijo el joven. (DPA)
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