Apenas un escaso sector de la sociedad se abstiene de concebir hijos pese a que lo desean con el argumento de la crisis económica. Esa porción está integrada predominantemente por aquellos que han perdido su trabajo y se quedaron sin la prepaga que le pagaba la empresa para la cual trabajaba, señaló el médico del hospital Durand Fernando Pinto, quien igualmente señaló que "no ha bajado el número de embarazos por la crisis". El subdirector de la Maternidad Sardá, Roberto Illia también señaló que "no se nota que haya menos embarazos y no tenemos evidencia de las consultas aunque es razonable pensarlo en el marco de una crisis como se está viviendo". En tanto, en el Instituto privado de fertilidad Fecunditas, Andrea Marazzi apuntó que "aquí vienen matrimonios con el fin bien definido, quieren tener un bebé y no pueden". Asimismo, admitió que se ven algunos casos, especialmente aquellos que perdieron su afiliación a un sistema de medicina prepaga que tienen problemas para comprar medicamentos y notamos que a veces retrasan el tratamiento". En la principal maternidad de la Argentina, la Ramón Sardá, donde se producen 10 mil alumbramientos por año, si bien está en la Capital Federal, el 80 por ciento de los partos son de mujeres que viven en la provincia de Buenos Aires, del las cuales, el 30 por ciento son extranjeras, en su mayoría (el 80 por ciento), son bolivianas. (DyN)
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