Tras una breve tregua, el mercado de granos volvió a paralizarse esta semana, debido al conflicto entre los exportadores y el Estado por la devolución del IVA a las ventas de granos al exterior y la retracción de los productores frente a los bajos precios ofrecidos.
Si bien el gobierno se había comprometido a liquidar esas deudas, la ausencia de respuestas oficiales a los reclamos de la actividad que más recursos genera al país determinó que los principales referentes del sector decidieran pedir una audiencia "urgente" al presidente Eduardo Duhalde para informarle la crítica situación que soportan, así como la incertidumbre que domina el escenario inmediato en el comercio granario.
La decisión se adoptó tras una nutrida reunión que se llevó a cabo en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, según adelantó el presidente del Centro de Corredores y Agentes de la entidad, Ricardo Forbes.
En el mercado disponible de Rosario se dieron algunos precios pero la punta vendedora se abstuvo de cerrar negocios ya que consideran los valores como muy bajos. Sólo se cerraron algunas operaciones para empresas con necesidad pero fueron escasos. Es que en muchos casos los compradores están descontando del precio del grano el 9% del IVA que deben pagar a los productores, a cuenta de que el Estado se lo devuelva.
En cuanto a los mercados a término, el Rofex mantuvo ayer su funcionamiento, aún con escasos volúmenes, mientras que el Mercado a Término de Buenos Aires reiteró que seguirá sin actividad hasta que el gobierno defina un marco normativo que permita continuar con la operatoria.
Aunque oficialmente los exportadores expresaron su intención de seguir comprando, sólo de acuerdo a las necesidades de cada uno y para cumplir con embarques puntuales, también manifestaron durante el encuentro que no saldrán al ruedo monolíticamente, sino en forma aislada.
La parálisis del mercado granario castiga en forma directa la posibilidad de ingresos de divisas al país.
En ese contexto, con la cosecha de trigo en plaza y sin precios de referencia en el término, sólo se están negociando partidas reducidas y, consecuentemente, perdiendo perspectiva frente a la colocación del grano en otros mercados a valores indicativos que, por el momento, se mueven sin arbitraje alguno.
Respecto de las medidas comprometidas por el gobierno para reorganizar el comercio sectorial, los operadores se quejaban ayer acerca de que sólo recibieron el decreto 191/02 del Poder Ejecutivo que derogó el factor de convergencia desde anteayer, cuando sigue sin definiciones la manera en que se deberán cancelar las deudas contraídas con anterioridad a la devaluación.
Los exportadores presentaron la semana pasada al gobierno un plan para la devolución de las deudas generadas por la devolución del IVA y el factor de empalme, alrededor de 800 millones de dólares, a través de un sistema por el cual podrían ir cobrándose con las mismas divisas que van entrando y que de inmediato quedan a disposición del gobierno. Además, presentaron un proyecto para modificar la fórmula de pago del impuesto en el sector, a través de un cupón que se operaría a través del sistema bancario.
Estas alternativas fueron puestas sobre la mesa de las autoridades del Ministerio de Economía, pero los representantes del sector exportador se quejaron de que no obtuvieron respuestas. Esta incertidumbre se trasladó a todo el mercado, ya que en las pocas operaciones que se vocean los compradores finales ofrecen precios tan bajos que los vendedores se niegan a cerrar operaciones.
Los rumores sobre que se adelantaría la unificación del tipo de cambio, bajo un esquema de libre flotación, tampoco ayudaron al normal reinicio de las operaciones.
Además, a los avatares que está soportando la comercialización del trigo nuevo (desde anteayer nadie le vende a la exportación), se suma la preocupación por el escenario que se presentará para negociar los granos gruesos, que son los que dejan la verdadera plata fuerte al país.
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La Ciudad
