Año CXXXV
 Nº 49.375
Rosario,
miércoles  30 de
enero de 2002
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El escándalo Enron también involucra al gobierno de Blair
La firma le donó dinero e influyó en sus políticas energéticas

Londres. - Las donaciones que Enron hizo a los partidos políticos británicos, reveladas por el ex jefe europeo del gigante energético cuya quiebra es investigada por el Congreso estadounidense, desató una tormenta de críticas en Gran Bretaña que el gobierno laborista intentaba aplacar. En el escándalo también aparece la consultora Andersen, involucrada en el affaire Enron al punto de estar acusada de haber destruido centenares de documentos comprometedores.
Ralph Hodge admitió en a la cadena BBC que Enron hizo importantes donaciones para los partidos Laborista y Conservador, los dos más importantes de Gran Bretaña. "El dinero fue entregado para ganar acceso y al menos saber que podríamos conocer a los políticos involucrados, y yo subrayo que fue entregado a ambos partidos", arguyó el ejecutivo.
El Partido Laborista del primer ministro Tony Blair admitió por su parte haber recibido 36.000 libras esterlinas (unos 52.000 dólares) de la compañía, y que cuatro miembros del gabinete se reunieron con ejecutivos de Enron en siete oportunidades entre septiembre de 1999 y octubre de 2000.
El Partido Conservador, en la oposición, recibió 25.000 libras, pero acusó al gobierno de "cobrar por el acceso" a las esferas de decisión política. Pocos días después de una de las reuniones entre directivos de Enron y miembros del gobierno, se anunciaron cambios en la política energética por los que el antiguo jefe de Enron en Europa admite haber presionado.
Blair ha negado que haya mantenido alguna reunión con gente de Enron para discutir la moratoria que el gobierno otorgó a las plantas eléctricas a gas, modificada en 2000 después de intensas presiones del sector privado de la energía.
El gabinete británico confirmó que la presión existió, pero subraya que provino de diferentes empresas y que existen fuertes argumentos medioambientales a favor de las plantas energéticas a gas.
Enron también pretendía que su adquisición por 1.500 millones de libras de Wessex Water, el mayor distribuidor de agua del país, no fuera objetada por las autoridades antimonopolio. El gobierno británico nunca acercó al organismo regulador un informe sobre la operación, critican los conservadores.

También la Andersen
La oposición también exige una investigación de los vínculos del laborismo con la consultora Arthur Andersen, en el ojo de la investigación del Congreso estadounidense por la presunta destrucción de documentos comprometedores para Enron.
Andersen estableció estrechas relaciones con los laboristas en 1997, antes de que éstos asumieran el gobierno, y la empresa ha estado involucrada en la preparación de alianzas entre el sector privado y público en distintos rubros. También actuó como consultora en el fallido proyecto del Domo del Milenio, en Londres. Se trata de un edificio costosísimo que fracasó por falta de público casi apenas abrió.
El portavoz de Blair aseguró que el gobierno "rechaza absolutamente" que haya habido cualquier irregularidad en sus contactos con Enron y Andersen. El mismo tono que usa la administración Bush para rechazar las imputaciones sobre sus poco claras relaciones con el dúo Enron-Andersen (DPA).



Ministros de Blair se reunieron con gente de Enron.
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