Sara Lemel
Jerusalén. - El sangriento atentado cometido el domingo por una palestina en Jerusalén está provocando fuertes dolores de cabeza a las fuerzas de seguridad. El perfil del terrorista palestino elaborado por los servicios de seguridad de Israel -un hombre joven, fanático religioso y soltero- falla cada vez más. Los medios israelíes sugirieron ayer que el ejército y la policía ahora tendrán que ampliar y reforzar más las severísimas medidas de seguridad. Mientras los hombres suelen tener que soportar largos controles en los puestos militares en los territorios palestinos y en los puestos fronterizos con Israel, las mujeres normalmente pueden atravesarlos sin ser registradas. Por este motivo, muchos palestinos envían a sus mujeres a trabajar a Israel. El cada vez mayor círculo de posibles terroristas está haciendo muy difícil a los servicios de seguridad el evitar atentados con bomba. El pasado septiembre, en la norteña ciudad israelí de Naharia, un árabe-israelí y padre de familia numerosa cometió un atentado suicida. Mujeres palestinas radicales participaron en el pasado en la lucha contra Israel. En octubre de 1967, Fatma Bernaui intentó infructuosamente volar el cine Sión, en Jerusalén. Fue condenada a diez años de cárcel y luego obligada a exiliarse. En septiembre de 1970, Leila Jaled participó, como miembro del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), en el secuestro de ocho aviones. Hace un año, la palestina Amana Muna contactó por Internet a un adolescente israelí; logró atraerlo a Jerusalén, donde lo secuestró y luego lo asesino. En agosto de 2001, otra palestina intentó depositar una bomba de cinco kilos escondida en un paquete de detergente en la estación central de autobuses de Tel Aviv. Un empleado de la seguridad la descubrió a tiempo y la terrorista fue detenida. El atentado del domingo demuestra que cada vez más sectores de la sociedad palestina están dispuestos a participar en la violenta lucha contra Israel. El jefe de los servicios secretos palestinos, Yibril Radyub, calificó este hecho como una muestra del grado de desesperación en que viven los palestinos. El lunes se expresaron en voz alta las dudas acerca de si realmente fue un atentado suicida el realizado por esta mujer o si la bomba explotó antes de tiempo. Independientemente de este hecho, expertos en el islam indicaron que no va en contra de las leyes islámicas el que una mujer cometa un atentado suicida. También Ismail Abu Shanab, miembro de la organización Hamas, afirmó en Gaza que no hay diferencia alguna entre hombre y mujer "en la lucha contra el enemigo". La historia del islam está llena de ejemplos de mujeres que "ayudaron a los hombres en la guerra", indicó. El jeque Ibrahim, de la Sociedad de Estudios Islámicos de El Cairo, consideró el atentado de Jerusalén como un "acto de autodefensa en el camino de Dios". (DPA)
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