Desde afuera de la cancha Luciano De Bruno parece un jugador vital para sostener el esquema que pretende Teglia. Para el entrenador también es decisivo el aporte que le pueda brindar Javier García. Lo cierto es que en ese sector de la cancha está el secreto. El desdoblamiento en las funciones de los creadores, generadores y recuperadores será trascendente para la suerte auriazul en el inminente torneo Clausura. Quizás por una cuestión de envergadura física, resalten más las responsabilidades de De Bruno antes que las de García, pero ambos correrán con el peso de darle acción al equipo cuando ataque y retrasarse para acortar la cancha cuando Central se defienda. En ese punto, el despliegue físico de ambos será decisivo, sobre todo en el caso de Javier García, mucho menos acostumbrado que Luciano a cumplir funciones complementarias. De todas maneras, en un juego de conjunto no se puede tirar la responsabilidad sólo sobre dos de los intérpretes, pero dependerán algunas cuestiones muy importantes. Porque tienen que tener en su cabeza y en los pies, ni más ni menos que la idea permanente de pensar tanto en el arco de enfrente como en el propio. Algo que se consigue con muchísimo trabajo y un alto grado de concentración. El resto tendrá que estar a la altura de las circunstancias, pero lo cierto es que en De Bruno y en García están depositadas la mayoría de las fichas del entrenador para consolidar el esquema canalla para el Clausura.
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