El secretario de Seguridad Interior, Juan José Alvarez, admitió ayer que "se pueden hacer mejor las cosas", al referirse al operativo policial desplegado el viernes a la noche durante el cacerolazo en la Plaza de Mayo. Asimismo, el funcionario aseguró que el gobierno analizará eventuales "excesos" que se pudieron haber cometido por parte de los uniformados. "Los resultados del operativo fueron mucho mejor que en casos anteriores, en los que hubo muertos, heridos graves y daños materiales", afirmó Alvarez durante una conferencia de prensa que ofreció en la sede de la Secretaría de Seguridad Interior. Acompañado por el jefe de la Policía Federal, Roberto Giacomino, y el Superintendente de Seguridad Metropolitana, Alberto Capucheti, Alvarez precisó que los incidentes registrados en la histórica plaza arrojaron "10 policías y 8 civiles heridos", que se encuentran internados en los hospitales Churruca, Ramos Mejía y Argerich. "De todas maneras, siempre se pueden hacer mejor las cosas", reconoció el funcionario, quien sostuvo que para que eso ocurra "es muy importante la cantidad de efectivos en el operativo". En ese sentido, Alvarez explicó que el viernes actuaron "1.400 efectivos de la Policía Federal y 280 de disuación", mientras que en otros puntos de la ciudad de Buenos Aires se destacaron "en puestos fijos, 250 gendarmes y 150 hombres de la Prefectura Naval". "Los detenidos son 68, muchos de ellos con antecedentes", amplió, para luego aclarar que "tres de ellos son menores, de entre 15 y 18 años, que ya se encuentran con sus padres". Alvarez detalló que dos de los policías lesionados revisten mayor gravedad "porque recibieron heridas de hondas, tuercas, bulones" y fueron afectados por "pirotecnia envuelta con encendedores que, cuando estalla, produce quemaduras". El funcionario reveló también que "nosostros enviamos ayer (por el viernes) a personal de Asuntos Internos de la Policía Federal con equipos de filmación, que son elementos importantes para aquellos casos donde a priori no quede claro si hubo algún accionar puntual que puede ser considerado como un exceso". Además, relató que durante el cacerolazo permaneció en la sede de la secretaría junto con el juez federal Juan José Galeano, "viendo las imágenes (televisivas) hasta que terminó la manifestación". "Vamos a accionar inmediatamente en aquellos casos en que haya habido excesos", enfatizó Alvarez. Y prometió: "Si el comportamiento de algún personal policial no nos conforma, rápidamente vamos a resolverlo a través de Asuntos Internos". El funcionario negó que la cartera a su cargo haya mantenido contactos con barrabravas de clubes de fútbol para evitar su participación en la manifestación, con lo que rechazó versiones periodísticas publicadas ayer en ese sentido. Por su parte, Giacomino destacó que, de acuerdo con el testimonio de los policías heridos que visitó, "la manifestación fue pacífica y se desarrolló de una forma totalmente normal hasta que comenzaron a converger pequeños grupitos que arrojaron petardos adosados con encendedores". "Luego comenzaron con los bulones y aparecieron unos hierros con unas puntas que circulaban de manera rotativa. Entonces tuvieron que lanzar algunos gases lacrimógenos para tratar de disuadirlos y separarlos", agregó el jefe policial. Ante una consulta sobre la participación de automóviles particulares sin identificación en el operativo, Giacomino admitió que él "también" se había preguntado sobre ese accionar, aunque Alvarez, por su parte, negó que esos vehículos pertenezcan a las fuerzas de seguridad. El funcionario destacó que el personal que actuó durante la movilización estuvo "reconocible" y aclaró que "quienes tenían la posibilidad de estar en contacto con los manifestantes" eran efectivos "que se podían identificar".Sin embargo, reconoció que la Policía Bonaerense denunció la existencia de "vehículos sin identificar" que circularon durante la movilización.
| |