Firmat. - "La actitud encarada por el presidente Eduardo Duhalde de romper el contubernio entre la clase política y el poder financiero abre una luz de esperanza para el sector productivo", dijo el intendente aliancista de Firmat, Carlos Torres, al tiempo que propuso "esperar el desarrollo de las medidas, porque van a tener un efecto favorable en la población si se logran resistir los embates de los grupos económicos poderosos que se niegan a la ruptura del anterior matrimonio por conveniencia". También señaló que "en la marcha de Casilda, que culminó con graves destrozos, hubo infiltrados que al no poder concretar sus anhelos en Firmat, se fueron para esa ciudad" (ver recuadro).
Estas palabras esperanzadoras, aunque cueste creerlo, no pertenecen a un duhaldista de la primera hora, sino por el contrario surgieron de un intendente de extracción radical que por primera vez ganó las elecciones en 1999. Se trata de Carlos Torres, quien además se define como un hombre no vinculado a los aparatos partidarios y sí como el intendente de todos los firmatenses.
Respecto a la salida de la convertibilidad añadió que "la devaluación puede llegar a reactivar el campo y si esto se produce, todas las localidades del interior del país van a experimentar un crecimiento", dijo, y agregó: "Si se encarecen las cosechadoras venidas de afuera, que costaban 30 o 40 mil pesos menos que las nuestras, Firmat va a poder competir en el mercado".
Lo manifestado por Torres tiene estrecha conexión con la realidad de su ciudad. Firmat dependió durante varias décadas de la industria metalmecánica y más concretamente de la producción de cosechadoras, abastecida por numerosas pequeñas industrias vinculadas con ese sector.
La falta de políticas competitivas, y fundamentalmente la convertibilidad, pusieron en jaque el desarrollo agroindustrial de la región. Pese a varios intentos productivos locales, no pudo volver a ser lo que fue en su época de esplendor.
Si hay algo que no abunda en estos tiempos son las noticias positivas. Sin embargo, Torres aseguró que los empleados de la quebrada empresa Roque Vasalli SA, hoy están cobrando un 30% de sus acreencias y ya están depositados en una cuenta del Banco Nación, cuatro millones de pesos".
"Esto es un milagro para la comunidad y obedece a que todos estuvimos presionando para que eso suceda", dijo, y agregó que "cuando todos tiramos del carro para el mismo lado, y sin banderías políticas, las cosas se van dando".
Optimismo
Al mismo tiempo, se mostró esperanzado en que "Firmat va a recuperar el protagonismo y el esplendor de otros tiempos, aunque éste es un proceso que llevará tiempo y paciencia para ver cuáles son las medidas que se toman en el sentido productivo".
Los dichos de Torres se ajustan a la realidad. Firmat supo de las bonanzas de otros tiempos y hoy parece un gigante dormido que espera una señal para despertar y recuperar el rol productivo que históricamente tuvo. "Hoy es una de las ciudades más castigadas por la recesión", señaló el intendente.
Pese a la dura realidad por la que atraviesa la ciudad, que incluye una fuerte caída en la recaudación tributaria, Torres dijo que los sueldos de los empleados comunales están al día.