En la puerta del banco, entre los gritos de los municipales sobresalían nítidamente los de una mujer rubia, que aseguró ser docente privada y su aguinaldo no estaba acreditado en el cajero, "pese a que el dinero fue depositado el miércoles delante mío". Infructuosos fueron los intentos de los agentes del municipio para aconsejar a la mujer que recurriera a sus autoridades gremiales para sostener su airado reclamo: "Yo me represento sola, y de aquí no me muevo si no me entregan lo que me corresponde", expresó la docente.
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