Una escalada que se extiende

Franco Vaselli

Roma. - El misil balístico lanzado por la India actualiza el problema de la proliferación de armas nucleares en Asia en un momento especialmente delicado por la situación internacional y por la decisión estadounidense de retirarse del tratado ABM (de prohibición de armas antibalísticas).
El misil en cuestión se llama Agni que, en sánscrito, quiere decir "fuego", el nombre sin dudas más apropiado para definir los efectos provocados por la decisión del gobierno de Nueva Delhi. El ministerio de Relaciones Exteriores británico habló de decisión que "manda una señal equivocada a la región y a otras partes".
Pakistán tiene un aliado precioso en China que, a su vez, está desarrollando un programa nuclear que comprende la miniaturización de cabezas (tecnología al parecer robada a EEUU) y el desarrollo de misiles de medio y largo alcance, que pueden llevar más de una cabeza, de modo de atacar objetivos múltiples.
La iniciativa de ayer marca una peligrosa expansión en la modernización de los arsenales nucleares en Asia. Recientemente un informe de la CIA reveló que, antes de 2015, China, Corea del Norte e Irán tendrán a disposición misiles balísticos nucleares capaces de llegar a Estados Unidos. En Asia pertenecen informalmente al club de las potencias nucleares Israel, Bielorrusia y Kazajistán, con distintos grados de desarrollo.
El cuadro que surge marca una peligrosa concentración de bombas nucleares en el continente, donde no faltan los conflictos y que actualmente es el escenario de la cruzada internacional contra el terrorismo. Después de la caída de la Unión Soviética creció el riesgo de que las bombas nucleares pueden escapar al control de los gobiernos. (Ansa)