La Municipalidad planteó a las dos empresas recolectoras de residuos, Cliba y Lime, suspender el servicio de los sábados a partir del 1º de febrero, es decir, desde el próximo fin de semana. Ninguna de las partes, de todas maneras, creía ayer posible implementar tan pronto el recorte, pero sí en semanas sucesivas, quizá desde mediados del mes.
El subsecretario de Servicios Públicos, José León Garibay, admitió ayer que "se están estudiando los ajustes al servicio, en principio por 90 días", que le permitan a la Municipalidad reducir el gasto de 1,5 millón de pesos por mes. Empero, no precisó en qué porcentaje podrían lograrlo.
Tanto Garibay como las empresas e incluso el sindicato reconocieron que también se estudia barrer día por medio las cuadras con cordón cuneta que se limpian de lunes a sábado, lo que implica una reducción del 50 por ciento del servicio (tres días en vez de seis).
Y, por último, eliminar el servicio adicional que dentro de los bulevares (Oroño, Pellegrini y el río) se practica entre las 23 y la una de la mañana recolectando la basura depositada después del paso de los camiones.
Cliba cubre el servicio al norte de avenida Pellegrini y Lime al sur. Las empresas, de los grupos nacionales Roggio y Pescarmona respectivamente, cumplen este mes el primer año de los seis que tienen por contrato, sin motivos aparentes para festejar: dicen que la Municipalidad les adeuda los meses de octubre y noviembre (vencidos) y también diciembre, que cierra el 1º de febrero.
Esa mora, unos 4,5 millones a ambas, les habría generado desequilibrios financieros y problemas para abonar el sueldo a los 800 empleados: 450 de Cliba y 353 de Lime entre recolectores, administrativos y gerencias.
El servicio de recolección de los sábados (que en los barrios sin cordón cuneta se practica el domingo a la mañana) fue cubierto durante 1994 y 1995 y suspendido por la Intendencia en 1996, apenas asumió Hermes Binner. En febrero del año pasado se reinstaló al comenzar a trabajar los nuevos adjudicatarios, luego de una exigencia en concreto del Concejo.
Precisamente el autor de aquella ordenanza, el ex concejal Jorge Aseguinolaza, protestó ayer al enterarse del posible recorte del servicio. "Es un gran error porque la gente está acostumbrada y usa el servicio de los sábados. Se van a acumular montones y montones de basura", pronosticó. "La Municipalidad le debe a todas las contratistas, más alla de las que atienden la basura, y está perjudicando gravemente a numerosas firmas", aseguró.
Otros servicios
El secretario Garibay señaló que la caída de la recaudación obliga a renegociaciones no sólo de los contratos de recolección, sino también de mantenimiento del alumbrado público (Malvicino, Coemyt y Biciglia) y los semáforos (Sainco Tráfico).
El alumbrado le estaría costando a la Municipalidad 250 mil pesos por mes, y los semáforos, 150 mil. Pero una variable impediría el ahorro y además agregaría un elemento de difícil manejo: los precios de los insumos importados, como el caso de las lámparas y cables, se estarían disparando y ya registrarían aumentos cercanos al 50 por ciento.
Con relación a las firmas contratistas, los certificados atrasados alcanzarían a cinco o seis meses; una de las firmas (Malvicino) está prácticamente caída y los operarios podrían quedar en la calle.
Humberto Díaz, secretario general del Sindicato Obrero de Recolección y Barrido, llamó a las partes (Municipalidad, prestadores y el propio sindicato) a encontrar fórmulas de solución frente a los problemas de presupuesto "que evidentemente existen: la Municipalidad está recaudando la mitad de lo que recaudaba; seamos sinceros, nos parece sensato que se pongan a pensar en achicar gastos porque si no, no va a cobrar nadie".