Mientras José Puchi Rohm, presidente del Banco General de Negocios (BGN) y del directorio del Nuevo Banco de Santa Fe, viajó a Estados Unidos y sigue siendo requerido por la Justicia argentina, su hermano, el detenido Carlos Rohm, le dijo anoche a la jueza María Servini de Cubría que es inocente, pero se negó a contestar las preguntas que le hicieron en referencia a los cargos que enfrenta por supuesto lavado de dinero y fuga de capitales.
La negativa del banquero se debería a que la mayoría del material secuestrado por la Justicia serviría en realidad para probar la fuga de capitales al exterior, pese a la instalación del corralito financiero, e incluso habría datos de que se "escaparon" unos 70 millones de dólares a través de supuestas operatorias con el Banco Central.
Lo cierto es que Carlos Rohm, vicepresidente del BGN y detenido desde el último miércoles, cuando se aprestaba a viajar a Suiza, se negó a contestar las preguntas que le hizo Servini de Cubría frente al fiscal Carlos Stornelli -quien sigue el tema del Banco de Crédito y Comercio Internacional (BCCI), sospechado de lavado de dinero- y ante la fiscal designada especialmente por la Procuración General de la Nación, Alejandra Perrau, luego de que los representantes del Ministerio Público originales se negaran a imputar directamente a algún sospechoso en esta complicada causa.
A las 14, vestido con un saco azul, pantalón beige, camisa blanca y sin corbata, Carlos Rohm fue obligado a descender del auto que lo trajo desde su celda, en la sede de Delitos Complejos de la Policía Federal, y llevado a los Tribunales porteños de Comodoro Py 2002.
Como algo poco usual cuando se trata de detenidos importantes, Rohm fue mostrado ante las cámaras de televisión que registraban la noticia y conducido hasta el tercer piso donde lo esperaban su abogado, Alfredo Iribarren, su hijo y sus sobrinos.
El banquero no fue el único imputado que visitó el despacho de Servini. También declaró Alberto Camali, un contador que fue detenido en uno de los más de treinta allanamientos ordenados por la magistrada.
Camali, acusado de haber intentado borrar pruebas, le dijo a la jueza que cuando fue detenido se encontraba anotando los papeles que los policías se llevaban de la oficina. En base a esas explicaciones, que parecieron lógicas, Servini lo dejó en libertad.
El tercer arrestado, un supuesto apoderado de los Rohm cuyo nombre no trascendió y que fue detenido cuando habría estado rompiendo papeles y los habría intentado tirar por la ventana -según las versiones de fuentes del caso- entró a declarar convencido de que correría la misma suerte.
Sin embargo la nueva fiscal pidió que se lo imputara también del delito de subversión económica, por lo que continuará detenido.
En medio de un breve receso, la jueza le levantó la incomunicación y Rohm pudo ver a uno de sus hijos, con el que no tenía contacto desde que fue arrestado. En las primeras horas de la noche de ayer Rohm terminó de ser interrogado por la causa por la que fue detenido originalmente, la que investiga el posible lavado de dinero del desaparecido BCCI (banco cuya propiedad se le atribuyó al magnate saudita Gaith Pharaon) y luego se le preguntó por el material que lo vincularía a la fuga de capitales.
"Lo arrestan por una causa en la que el principal imputado, Gaith Pharaon, nunca declaró y lo vinculan a otra causa que es una locura", dijeron allegados a Rohm.
Anoche, al término de su declaración, los abogados de los detenidos le pidieron a la jueza la excarcelación de sus clientes. Pero según indicaron fuentes judiciales la magistrada se negaría a otorgar ese permiso. Por eso, los letrados ya planeaban cómo redactar el recurso que el próximo lunes presentarán ante la Cámara Federal.
Entretanto, el presidente del BGN y del directorio del Banco de Santa Fe, José Rohm, viajó desde Suiza a Estados Unidos. Según fuentes del caso, se encontraría en Nueva York. La jueza había pedido al país helvético que lo detuviera con fines de extradición, pero las autoridades suizas no efectuaron el arresto por considerar que no era suficiente la documentación enviada desde Argentina.
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La Ciudad
