Año CXXXV
 Nº 49.365
Rosario,
domingo  20 de
enero de 2002
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La reforma. La provincia tendrá una Cámara única con 40 legisladores
La futura Constitución santafesina le apunta al gasto político
La Capital tuvo acceso al borrador del proyecto que el gobierno intenta consensuar con la oposición

Mauricio Maronna

La reforma a la Constitución provincial que los santafesinos estarán votando durante el curso de este año provocará un fortísimo sacudón en la estructura política, administrativa y judicial. Según la información a la que accedió en forma exclusiva La Capital (tras el chequeo de distintas fuentes del gobierno y la oposición), unicameralidad, autonomía municipal, ley de ética pública, extensión de los mandatos de presidentes comunales, eliminación de la ley de lemas y sistema de enmiendas son los tópicos que se incorporarán a la Carta Magna, tras las reuniones en búsqueda de consenso con los partidos de la oposición.
Fuentes calificadas admitieron a La Capital que el presidente Eduardo Duhalde convocará a elección de convencionales para modificar la Constitución nacional, y que el mismo día calendario que se elija para ese comicio se realizará la compulsa en la provincia de Santa Fe. La llave que permitirá destrabar el llamado a elecciones (anunciado por el presidente apenas asumió) partirá de la mesa de concertación que, el viernes, comenzó a funcionar en la Capital Federal.
La Cámara única santafesina no tendrá más de 40 miembros (actualmente existen 50 diputados y 19 senadores), eligiéndose en parte por el sistema de circunscripción. En la práctica significa que la Legislatura estará integrada por un representante por departamento, más la cantidad proporcional que resulte de acuerdo a la cantidad de habitantes que cada distrito tenga. En los departamentos más grandes se utilizará el sistema D'Hont para darles representación a las minorías.
En la práctica, el cambio resultará revolucionario para la ciudad de Rosario que, por ser la ciudad con mayor cantidad de electores, tendrá una representación notoriamente mayor en el futuro Palacio de las Leyes.
* Respecto al funcionamiento de los Concejos Municipales, desde la Casa Gris se contempla una gruesa reducción del número de ediles, en sintonía con la llamada "propuesta Duhalde": no más de 10 concejales rentados, más representantes de Organizaciones No Gubernamentales (ONG), que durarán cuatro años en sus mandatos, sin posibilidad de reelección hasta que pase un período.
* En relación al Poder Legislativo se agilizará el procedimiento de sanción de las normas e, incluso en determinados casos, que algunos temas sean resueltos en el trabajo de comisiones. También se establecerá la promulgación parcial de leyes, se le otorgará mayor capacidad de veto al Ejecutivo en algunas cuestiones, se reglamentará lo atinente a decretos de necesidad y urgencia y se ampliará el período de sesiones ordinarias.
* En dirección al Poder Judicial, el paper que se maneja en la Casa Gris ordena la disminución de jueces de la Corte, el rango constitucional del Consejo de la Magistratura y el establecimiento de juicios orales y públicos para darle mayor rapidez a las causas.
* El régimen municipal traerá como consecuencia de la autonomía una notoria modificación en el régimen de coparticipación, nuevos sistemas de recaudación y distribución de tasas, derechos y contribuciones, además de la autosustentabilidad de la política económica local. El Ejecutivo va a fondo con otras cuestiones trascendentes: la Defensoría del Pueblo tendrá rango constitucional y se creará una sindicatura o auditoría con control externo de la administración pública. Parte de los miembros de los organismos de fiscalización serán elegidos por el pueblo.
* El borrador del proyecto, algunos de cuyos puntos están sujetos al consenso que se alcance con la oposición, reserva, por último, un importante espacio a la formación de regiones con otras provincias.
Auscultando la pésima imagen que la sociedad tiene de su clase política es ampliamente posible que en los comicios del 2003, se revoquen los mandatos de todos los diputados nacionales, senadores nacionales, legisladores provinciales y concejales. De este modo, además de elegir presidente de la Nación y gobernador, los santafesinos acudirían a las urnas para mover todas las estructuras políticas con germen institucional en la provincia.
"Si no llegamos al 2003, y hay elecciones anticipadas, tenemos que darle a la gente la oportunidad de que se convenza de que no votará más de lo mismo. La política santafesina no será igual después del caos institucional inédito que vivió el país. Como escriben ustedes: o cambiamos o nos pasan por arriba", soltó un funcionario, agitado por el trajín y el aceleramiento de los tiempos.



Podrían revocarse todos los mandatos en el 2003.
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