Copa Ciudad de Mar del Plata

Racing sigue de fiesta, le ganó a Boca 1 a 0

Racing le tomó el gustito a los festejos. Porque a la reciente obtención del Apertura anoche le sumó la Copa Ciudad de Mar del Plata, luego de superar a Boca por 1 a 0. Más allá de la diferencia de significado que tiene, para el hincha es un dato alentador que el equipo de Merlo haya seguido por la senda del éxito por la que transitó en la segunda mitad del año anterior.
Claro que a diferencia de lo que sucedió en el Apertura, salvó el gol del Rafa Maceratesi anoche hizo muy poco para quedarse con una victoria que nunca mereció. Y si los partidos se midieran por los merecimientos, Boca -que jugó con un equipo alternativo- en ese aspecto le sacó varios cuerpos de ventaja a la Academia.
De arranque Boca fue más peligroso que Racing. Con la fuerza de los del fondo, el trajinar de los del medio y la conducción de Gaitán y Pérez, los xeneizes manejaron el partido pero sin inquietar.
Ante el mejor manejo boquense, a la Academia le costó mucho encontrarle la vuelta al partido, porque no hacia pie en el medio y, por ende, los de arriba no eran abastecidos. Los albicelestes sólo lograron emparejar el desarrollo en el segundo cuarto de hora, cuando Bastía comenzó a ganar con mayor asiduidad en el medio y se hizo eje de su equipo, en parte porque los boquenses aflojaron el ritmo.
Pero cuando los dirigidos por Tabárez estaban terminando de cambiar el aire y comenzaban a adueñarse nuevamente de las acciones, Racing logró la apertura a los 37 de manera casi impensada. Luego de una pared con Estévez, el Rafa Maceratesi lo fusiló a Abbondancieri y puso en ventaja al campeón del Apertura. Para colmo de males, un minutos después Giménez se hizo expulsar por un codazo a Loeschbor.
La vuelta de los vestuarios pareció no cambiar la tónica. Boca siguió teniendo mayor volumen de juego, a partir de la habilidad de Gaitán -la figura xeneize- y la movilidad de Pérez y Marchant, y se erigió nuevamente en el dominador del trámite, mientras Racing esperaba agazapado, pese a estar con un hombre más.
Pero si a Boca le faltó profundidad con once, con uno menos lo sufrió el doble. Porque su buen andar se diluía a medida que se acercaba al área rival, más allá de alguna subida por los laterales.
Con la salida de Gaitán, Boca perdió a su conductor y resignó todas sus chances, y la Academia ya no corrió sobresaltos para alzarse con el título en La Feliz.

Takahara intenta zafar de la férrea marca de Ubeda.