Los empleados de un súper y la fortuna frustraron un robo

El ladrón se llevaba 100 pesos. Lo persiguieron y se defendió a los tiros, pero terminó preso

Por azar o por negligencia, las cosas no le salieron nada bien al ladrón que antenoche entró a robar al súper Don Pedro, de Superí al 1600. Primero se le cayeron al piso todos los billetes que había sustraído de la caja. Después no le arrancó la moto en la que quería huir y no tuvo más remedio que escapar a pie, mientras un empleado del local lo perseguía en un auto. Lo único que funcionó sin inconvenientes fue su revólver: el ladrón gatilló dos veces y las balas impactaron en el vehículo del trabajador. Pero la intimidación no rindió sus frutos. Un grupo de policías lo rodeó a pocas cuadras de allí y terminó preso.
El asalto se registró a las 21 del viernes en el supermercado Don Pedro, de Superí 1609, en la zona norte de la ciudad, cuando el local estaba apunto de cerrar sus puertas y quedaban algunos clientes en su interior. A esa hora el carnicero del súper salió a la vereda para entrar los pizarrones que anuncian las ofertas del local y fue sorprendido por un joven ladrón. El asaltante lo amenazó con un arma y lo obligó a entrar al negocio.
Una vez adentro al supermercado, donde unas diez personas hacían cola frente a la caja, el empleado se arrojó al piso a pesar de que el ladrón no se lo había ordenado. Los clientes permanecieron de pie. "Apuntó a todos y me pidió que abriera la caja. Cuando le di la plata (unos 100 pesos) se le cayeron al suelo todos los billetes. Me pidió que los levantara, pero al final lo hizo él solo y salió corriendo con el arma", contó a La Capital la cajera Eliana Correa, de 27 años.
Tras el ladrón salieron Eliana, que lo siguió a pie, y el encargado del comercio, Norberto Di Pascual, quien lo persiguió en su Fiat 147. El asaltante había estacionado su moto Honda Econo Power roja en la esquina de Colón y Superí, a media cuadra del súper, pero fueron inútiles sus esfuerzos por hacerla arrancar.
Entonces intentó persuadir a sus captores y realizó dos disparos en dirección al auto de Di Pascual. Una bala impactó en la puerta del acompañante y otra en el baúl, que estaba abierto porque el vehículo había sido cargado con la mercadería de un pedido.
Al verse sin salida, el asaltante dejó la moto abandona en el lugar y continuó su huida a pie. Pero los empleados del súper ya había llamado a la policía. Unos ocho patrulleros rodearon la zona y atraparon al ladrón en un pasillo de Superí al 1700, cuando intentaba escapar por el techo de una casa.
Se trata de Angel Rubén Rodríguez, de 19 años y conocido como Negro, quien según la policía registra numerosos antecedentes por delitos contra la propiedad. Los agentes de la comisaría 30ª también incautaron la moto en que se movilizaba el ladrón, la cual registraba un pedido de secuestro por haber sido sustraída a su dueña en la bajada Escauriza y Carrasco.

Huyendo, el ladrón baleó el auto de un encargado.