Año CXXXV
 Nº 49.361
Rosario,
miércoles  16 de
enero de 2002
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El gobierno colombiano y las Farc ante la gran chance de ganar la paz
Tomando el Acuerdo de San Francisco como base, los negociadores reinician hoy un diálogo repleto de urgencias

Bogotá. - A la luz del Acuerdo de San Francisco de la Sombra, el gobierno de Andrés Pastrana y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) comenzarán a discutir hoy un cronograma de acuerdos de cese el fuego, al comenzar otro perentorio plazo dado por el Ejecutivo para que los rebeldes muestren su compromiso con la paz. Si las Farc no presentan antes del domingo 20 de enero un programa específico para avanzar hacia una tregua, deberán enfrentar una ofensiva militar, anunciada por el presidente, en el enclave desmilitarizado bajo su poder en el sur del país. El Alto Comisionado de paz, Camilo Gómez, afirmó que los días que faltan para que termine el nuevo plazo serán para "concretar en un plan de trabajo los temas que han sido ya analizados".
El funcionario aclaró que no se trata de suscribir en seis días un acuerdo inmediato de cese del fuego y de hostilidades, sino avanzar en la agenda de compromiso por parte de las Farc. "Es claro para el país que la tregua no está ni puede ser decretada en días, sería iluso e irresponsable pensar eso. Lo que se va a buscar son unos cronogramas y un plan de trabajo muy preciso, muy específico", afirmó ayer en una entrevista radial Camilo Gómez.
Pastrana declaró la semana pasada muerto el proceso de paz con las Farc, a las que dio plazo hasta la noche del lunes para desalojar el enclave que les cedió en noviembre de 1998 a fin de promover el diálogo, antes de comenzar una ofensiva militar. El proceso de paz se salvó tras una intensa gestión del enviado especial de las Naciones Unidas, James Lemoyne, embajadores de 10 países y jerarcas de la Iglesia Católica a cuatro horas de la entrada en vigor del ultimátum para que las Farc dejaran la zona de despeje de 42.000 kilómetros cuadrados.
El grupo de diez "países amigos", creado en febrero de 2001, lo conforman Francia, Canadá, Cuba, España, Italia, México, Noruega, Suecia, Suiza y Venezuela.
La ruptura del proceso hubiera significado el fin de tres años de negociaciones con las Farc, realizadas en medio del fuego y las hostilidades que en el último decenio segaron la vida de más de 40.000 personas, la mayoría civiles.
Poco después de que el diálogo fuera salvado, las Farc iniciaron una escalada terrorista contra varias poblaciones, que dejó varias torres energéticas destruidas, el bloqueó de algunas carreteras, la fuga de 39 presos de la cárcel de Ibagué y cuatro personas muertas.

¿Un triunfo para Pastrana?
Para algunos analistas, el nuevo entendimiento con la más antigua y numerosa guerrilla del continente implica una victoria para Pastrana, quien, afirman, por primera vez desde que inició su gobierno mostró carácter y jerarquía sobre los rebeldes. "Es un triunfo para Pastrana porque por primera vez templó las riendas en el proceso cuando en tres años nada pasaba", afirmó Augusto Ramírez Ocampo, ex canciller y ex asesor de paz durante el mandato del anterior presidente, Ernesto Samper.
"Pastrana cambió de tono porque la situación era insostenible, porque no tenía margen de maniobra y porque el proceso de paz, en vez de amainar la violencia, la aumentó exponencialmente hasta niveles de barbarie", agregó. Sin embargo, para el analista político Vicente Torrijos, la reanudación del proceso no trae grandes beneficios para el jefe de Estado, de 47 años y a siete meses de culminar su mandato.
"Frente a los militares, la brecha de desconfianza que ya existe se acrecienta. Frente a los Estados Unidos, Pastrana entra en sospecha porque el mismo secretario de Estado norteamericano Colin Powell había aceptado la posición drástica con la que venía comportándose y que favorecía la ruptura", explicó Torrijos. "Frente a la sociedad, corre el riesgo de que su imagen quede nuevamente en entredicho y baje su popularidad, pues el 90% de la población estaba a favor de una toma del enclave, lo que a mi juicio no conduce a nada", agregó.
Según el politólogo, si el proceso no cambia de una manera radical, teniendo como base el fracaso del modelo de negociación en medio del fuego cruzado, una vez más las Farc "se habrán salido con la suya, que es avanzar hacia el poder".
Pese a que el profundo temor de miles de colombianos ante un recrudecimiento de la guerra ha disminuido considerablemente, la sociedad, agobiada por lo que califica como "abusos y mentiras de la guerrilla" está a la expectativa de lo que pueda pasar. Los habitantes de San Vicente del Caguán, el municipio más grande del enclave rebelde, desarrollaban sus actividades normalmente. Las Farc, que replegaron sus tropas en los últimos días, sólo han restablecido algunos puntos de control en la zona, pero su presencia sigue siendo escasa. (Reuters)



El delegado de la ONU saluda al vocero de las Farc.
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