Año CXXXV
 Nº 49.361
Rosario,
miércoles  16 de
enero de 2002
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La crisis. Más de ocho mil personas repudiaron al sistema financiero
Casildazo: quemaron bancos y empresas
Hubo quince heridos y 18 detenidos. La oficina de la API fue devastada. Evalúan si hacen la marcha a Rosario

Carlos Barbarich Gustavo Orellano

Quince heridos y dieciocho detenidos fue el saldo parcial que dejó la violenta manifestación popular desarrollada ayer en Casilda contra las medidas económicas adoptadas por el gobierno nacional y contra el sistema financiero. Más de ocho mil personas marcharon por las calles de la ciudad y descargaron su furia frente a las cinco sucursales bancarias y oficinas de organismos públicos y de empresas de servicios.
Rotura de vidrios, frentes de edificios y una camioneta incendiada fueron algunos de los destrozos en dicha ciudad. Entre los heridos se cuentan tres policías y doce manifestantes y, pese a que uno de ellos debió ser operado de urgencia, todos se encuentran fuera de peligro.
De los detenidos, uno aparentemente habría llegado de Rosario, junto a otros manifestantes, en una camioneta que -según fuentes policiales- trasladaba algunos bidones de nafta para la fabricación de bombas Molotov y otros elementos contundentes.
Productores agropecuarios, pequeños y medianos empresarios, comerciantes, trabajadores y desocupados expresaron su disconformidad contra el sistema bancario de una manera inédita para este población de 35 mil habitantes.
La jornada de protesta "fue una muestra de lo que gente es capaz de hacer en momentos de locura generalizada", sostuvo un manifestante. Por su parte, tanto el poder político como representantes de instituciones intermedias repudiaron los hechos de violencia.
La policía aseguró que los ataques fueron sincronizados y organizados, como fórmula para abonar la hipótesis de que la violencia fue provocada por activistas. Sin embargo, sorprendió que el grueso de los manifestantes haya resistido la represión policial y se tranquilizase recién pasado el mediodía.
La movilización comenzó a media mañana. Entre bombas de estruendo, ruidos de cacerolas, pancartas y bocinazos, una nutrida columna avanzó por la céntrica calle Buenos Aires en dirección de las sucursales bancarias.
El primer incidente se produjo frente al banco Nación, cuando rompieron los vidrios de la puerta de ingreso. Luego la gente se trasladó hacia la sede del Bisel. Una verdadera lluvia de piedras destruyó todos los vidrios del edificio.
Las fuerzas policiales intervinieron luego de varios minutos, en los que se instaló el desorden total, y al reprimir lo hicieron con gases lacrimógenos y balas de gomas. Pero no lograron controlar la situación y los manifestantes se reorganizaron para seguir descargando su furia contra los bancos Santa Fe, Galicia y Credicoop.

API y EPE también
Instantes después, la columna volvió al Nación para terminar de destrozarlo y pasaron por las otras entidades, con el mismo propósito. En algunos edificios destrozaron las computadoras. También incendiaron las delegaciones locales de la Afip, EPE, API y las oficinas de Aguas Provinciales, en donde incendiaron algunos vehículos. Además, hubo pedradas contra el supermercado "El Solar". Los manifestantes arrancaron las baldosas de la peatonal y las veredas y las usaron como proyectil.
El panorama que quedó fue francamente aterrador ya que jamás en la historia de esta localidad se habían registrado incidentes de tamaña magnitud.
En la década del 70 hubo una protesta popular que aún es recordada como el "casildazo", aunque su magnitud y su grado de violencia no se asemeja en lo más mínimo a lo ocurrido ayer.
"Lo que se vivió en Casilda fue increíble, se asemejaba a una intifada palestina" dijo un vecino consultado por La Capital para aclarar luego que "lo que vimos por televisión en Buenos Aires, semanas atrás, hoy lo vivimos en carne propia".
La batalla campal entre manifestantes y policías duró aproximadamente dos horas y se profundizó cuando se generaron focos de violencia en distintos puntos de la ciudad. En ese lapso, las armas fueron piedras, balas de gomas y gases lacrimógenos.
Muchos de los manifestantes se quejaron del accionar policial, al punto de calificarlo como "desmedido", ya que muchos niños y mujeres fueron el blanco vulnerable de los gases lacrimógenos arrojados a la multitud.
Además se cuestionó que reprima varios minutos después de producirse los desmanes en vez de haber prevenido o actuado apenas iniciado los incidentes. A primeras horas de la noche la ciudad se mostraba tranquila y custodiada por una discreta presencia policial.

Imponente movilización
Inicialmente la movilización fue convocada por el Centro Económico local, la Federación Agraria, Asuserfi (una entidad que defiende sus derecho frente a los bancos).
La marcha fue encabezada por el intendente Eduardo Rosconi (PJ) y algunos concejales, quienes durante la revuelta intentaron frenar a la policía para evitar la represión salvaje.
En localidades aledañas también se registraron movilizaciones como en Arequito, Chabás, Alcorta y San José de la Esquina entre otras, pero no hubo incidentes.
La sociedad de estas poblaciones reclama una disminución en la tasa de interés, celeridad en la acreditaciones de valores al cobro, suspensión de las sanciones y cierres de cuentas corrientes o devoluciones de cheques, y el reintegro de los depósitos en caja de ahorro, entre otros puntos.
"La protesta no es contra del presidente Eduardo Duhalde, ya que algunas de las medidas anunciadas podrían reactivar nuestra zona agropecuaria".
La idea era realizar una movilización a Rosario el día jueves, pero al cierre de esta edición los diferentes centros comerciales evaluaban la posibilidad de suspender la marcha a Rosario, ya que se temía por la seguridad de los manifestantes.



Los casildenses hicieron estallar su bronca.
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