La mayoría de las personas que cuidan a sus familiares están de acuerdo en que se trata de un deber moral que no debe ser eludido. Sin embargo, ésta no es la única razón que puede llevar a las personas a cuidar a sus familiares. Otros motivos suelen ser: * Motivación altruista, es decir, para mantener el bienestar de la persona cuidada, porque se entienden y comparten sus necesidades. * Reciprocidad, ya que antes la persona ahora cuidada los atendió a ellos. * Gratitud y estima de parte de la persona cuidada. * Sentimientos de culpa del pasado: algunos cuidadores se toman el cuidado como una forma de redimirse, de superar sentimientos de culpa. * Evitar la censura de la familia, amigos, conocidos. * Obtener la aprobación social de la familia, amigos, conocidos y de la sociedad en general. Parece lógico suponer que el mayor “peso” de una u otra razón influirá en la calidad, cantidad y tipo de ayuda que se proporcionará, así como en el grado de satisfacción con la experiencia de cuidado obtenido por el cuidador.
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