Parecía que el entrenamiento vespertino se diluía en ejercicios técnicos-tácticos. Que la tarde no iba a ser muy diferente de las anteriores. Hasta que Llop tomó la posta, agarró las pecheras y armó el primer picado del año. No fue mucho, apenas 31 minutos, pero sirvió para que los jugadores comenzaran a tener ritmo de partido. Y vislumbrar una posible formación de cara al partido con Boca. Así, Llop paró dos equipos. Un posible titular integrado por Luque; Vojvoda, Grabinski y Crosa; Damiani, Ponzio, Saldaña y Grech; Maxi Rodríguez; Mauro Rosales y Gigena, que cayó por 2 a 0 con otro integrado por Palos; Vella, Domínguez y Dueña; Martínez, Bono, Villar, Marino, Domizi, y Sacripanti. Si bien no se puede hacer ningún análisis con respecto a la producción de ambos equipos, ya que apenas fue media hora de juego en el marco de una pretemporada que recién está por sus días iniciales, hay algunos puntos que son importantes de detallar: * La oportunidad para Rubén Darío Gigena. El Toro, quien jugó para los titulares, es uno de los candidatos a ocupar el puesto que, hasta ahora, dejó vacante Pavlovich. * El oportunismo de Sacripanti. El de Casilda anotó los dos tantos para el equipo alternativo. * La vigencia de Domizi. El Pájaro jugó como carrilero por izquierda y se mostró rápido y en muy buena forma física.
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