Jerusalén. - El primer ministro israelí, Ariel Sharon, dio a entender ayer que se seguirán demoliendo casas de palestinos y contradijo así una afirmación del titular de Exteriores, Shimon Peres. Sharon expresó que, en lo que respecta a los palestinos, "todo lo que se haga será de acuerdo con las necesidades de Israel en materia de seguridad", ya que eso es lo único que lo guía. De ese modo, el jefe del gobierno salió al cruce del anuncio hecho poco antes por el laborista Peres, quien afirmó que "Israel decidió poner fin a la demolición de casas de palestinos porque ello causa daño a la imagen de su país en el mundo". Entrevistado por la radio estatal, Peres dijo que la decisión fue tomada tras largas reuniones con el primer ministro Ariel Sharon y con el ministro de Defensa Benjamin Ben Eliezer. Según la versión israelí, el ejército judío destruyó la semana pasada 21 casas palestinas, todas las cuales fueron abandonadas y estaban vacías, en venganza por un ataque de dos miembros del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas) que mataron a cuatro soldados de Israel y murieron en la operación. Sin embargo, fuentes palestinas y de la oposición israelí dijeron que las viviendas destruidas fueron más de 50, donde habitaban 83 familias con más de 500 miembros en total, en el campo de refugiados de Rafah. Por su parte, el director operativo de la Agencia de la ONU para Asistir a los Refugiados Palestinos, Lionel Brisson, informó que las casas demolidas por el ejército israelí estaban habitadas. "Puedo afirmar sin sombra de duda que el 90% de las casas demolidas estaban habitadas", afirmó Brisson. (Télam y Ansa)
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