El titular del bloque del PSP de la Cámara de Diputados provincial, Eduardo Di Pollina, señaló ayer que "transformar la actual Asamblea Legislativa en Convención Constituyente, planteo efectuado por funcionarios ligados directamente al gobernador (Carlos Reutemann), constituye un absurdo que no resiste un mínimo análisis jurídico institucional". El diputado salió así al cruce de las declaraciones formuladas por el ministro de Gobierno, Lorenzo Domínguez, y el presidente de la Cámara baja, Alberto Hammerly, publicadas el domingo por La Capital. Tampoco avaló la posibilidad de que se modifique la Constitución santafesina por alguna decisión del presidente Eduardo Duhalde, "como habrían sugerido aquellos funcionarios, para quienes se debería atender también lo que pueda llegar a resolverse en el orden nacional, ya fuere porque el jefe del Estado convoque a elecciones o disponga transformar en Asamblea al Congreso y las Legislaturas provinciales". "Las provincias se dan sus propias Constituciones, según lo establecen los artículos 5 y 121 de la Carta Magna nacional", enfatizó Di Pollina. En esa línea, el pesepista puntualizó: "Ni el Ejecutivo nacional puede imponer cambios en la Constitución provincial, ni el gobierno santafesino puede pedir que las reformas las realicen quienes no fueron elegidos por sus comprovincianos para ello". "Quienes, desde lo más alto del Ejecutivo provincial, ensayaron estas ideas, quieren que la participación de la gente sea nula y no dudan en plantear la posibilidad de introducir el sistema de enmiendas para cambiar la Constitución cada vez que lo necesiten, sin convocar al pueblo", afirmó el legislador. Y lo vinculó con una antigua pretensión del PJ: la reelección del gobernador. "Creemos que se intenta un camino peligroso, porque es un atajo inconstitucional. La reforma de la Carta Magna debe realizarse mediante el método que ella impone, de manera que sea el pueblo, a través de una genuina representación -por el sistema D'Hont-, el que efectúe los cambios", subrayó Di Pollina.
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