Domingo Celsi
Rafaela (enviado especial).- Tiro sufre de síndrome defensivo. Aunque parezca mentira, cada vez que le llegan le convierten. Y así se le va a hacer difícil poder sumar. Ayer, en un partido que de antemano se sabía complicado, los de barrio Ludueña se quedaron dormidos cuando todavía no se habían jugado diez minutos y eso fue suficiente para que Ben Hur comenzara a edificar una victoria muy importante para sus aspiraciones de alcanzar un lugar en el hexagonal final, que determinará el único ascenso al torneo de Primera B Nacional. A la salida de un córner de Balmaceda los defensores tirolenses simplemente se limitaron a observar cómo Azoge se elevaba en el medio del área y de cabeza dejaba sin chances a Heit. Fue el principio del fin y a partir de allí todo se hizo cuesta arriba. El panorama se oscureció aún más tres minutos después, cuando Tiro se quedó con diez jugadores por la expulsión de Bustamente (por último hombre). Allí las cosas se hicieron verdaderamente difíciles. Es que si bien el partido fue parejo, los de Trivisonno no supieron encontrar la manera de quebrar a la última línea local y eso terminó de complicar las chances de acercarse a los puestos de privilegio. Aún con el gol en contra y el hombre de menos, durante el primer tiempo Tiro tuvo el control de la pelota y el terreno, y fueron varias las oportunidades que tuvo para convertir, pero la excelente tarea de Rodrigo Llinas y la mala puntería de sus delanteros hicieron que los locales se fueran al descanso con el 1 a 0 a su favor. Contra todo lo previsto, en el complemento Tiro no repitió lo hecho en la primera parte. El partido se terminó haciendo tedioso porque los locales se limitaron a aguantar la ventaja y los rosarinos apenas si pudieron pasar la mitad de la cancha. En el medio del aburrimiento general llegó el gol de Zorzenón, que terminó decorando un resultado demasiado exagerado y que condena a Tiro a replantear su futuro, ya que de ahora en más tendrá que ganar casi todos los partidos si aspira a ocupar un lugar entre los que definirán el ascenso. Tiro quedó entre la espada y la pared. De los diez partidos que quedan por jugarse tendrá que encontrar la fórmula adecuada para poder revertir este presente y meterse en la lucha por los lugares de privilegio de un torneo tan parejo, en el que cualquier derrota lo puede marginar definitivamente. Ya no hay tiempo para especular, de ahora en adelante sólo sirve sumar de a tres y ese tendrá que ser el objetivo a cumplir. Sin lugar a dudas.
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