Gustavo Orellano
San José de la Esquina.- Una amplia zona del sur santafesino decidió ayer levantarse contra el sistema financiero luego de una asamblea de comisiones de emergencia en San José de la Esquina, donde se resolvió convocar para mañana a un paro regional de actividades con movilización y cierre de bancos. El próximo jueves se realizará una marcha hacia Rosario, donde se prevé una concentración frente al monumento a la bandera y la entrega de un petitorio al gobernador Carlos Reutemann. La medida cuenta con la adhesión de unas cuarenta localidades y se espera que se sumen otras. Si bien en las últimas semanas hubo manifestaciones contra los bancos de la zona, es la primera vez que se organiza una protesta a nivel regional. Cada localidad definirá su modalidad de la manifestación. En algunas ciudades, como Casilda, comenzará a media mañana para luego ir hacia los bancos, mientras que en otros lugares se hará más temprano para impedir que esas entidades no abran. Durante el plenario del que también participaron intendentes, presidentes comunales y los legisladores provinciales Jorge Alvarez, Alberto Crosetti, Abel Brunetti y Ariel Ugalde, se coincidió en la necesidad de "estar unidos y organizados regionalmente para luchar contra el poder financiero". Los petitorios entregados hasta ahora a distintas entidades bancarias no fueron satisfechos. Los gerentes de bancos recibirán notas del mismo tenor resumiendo los ocho punto consensuados en la asamblea. Se reclama que no aumenten el monto de las deudas contraídas sobre la base de cláusulas abusivas, así como un régimen de facilidades de pago extraordinario a una tasa de interés legal. También se pide un período de gracia "que permita a los usuarios del sistema financiero recomponer sus actividades comerciales, agropecuarias, industriales o salariales. Además se requiere la suspensión de las acciones legales iniciadas contra bienes comprometidos como garantía y que cumplan con la ley de emergencia económica, en cuanto a la pesificación de deudas en dólares tanto para tarjetas de créditos como otros préstamos. Se exige que no se apliquen multas y procedan a la reapertura de las cuentas corrientes cerradas, además de reclamar el reintegro de la totalidad de los depósitos retenidos por el corralito financiero. Cuando la protesta se traslade a Rosario los manifestantes dejarán un petitorio en la casa central del Banco Bisel y reclamarán a Reutemann que declare una emergencia alimentaria. Antes de llegar a Rosario se prevé realizar un cacerolazo en el peaje entre Pujato y Casilda. "No podemos seguir pagando la fiesta de los bancos que se llevaron todo el dinero del país. Es hora de que entiendan que deben estar del lado del cliente", dijo el presidente del Centro Económico de San José de la Esquina, Miguel Scoponi. El intendente de Firmat, Carlos Torres, calificó de positiva la formación de un movimiento regional para canalizar reclamos y consideró que la medida se hará sentir. "Seguiré acompañando este tipo de protestas, porque estamos todos en un mismo barco para evitar que se hunda", dijo. En tanto, el senador del departamento Belgrano, Alberto Crosetti, dijo estar de acuerdo con lo resuelto en la asamblea y opinó "que la sociedad está cansada de un modelo que perjudicó a la producción y quiere revertirlo". Por su lado, el senador del departamento Caseros, Abel Brunetti, opinó que "los legisladores acompañamos la protesta pero no podemos ponernos al frente para no darle un tinte político" y bregó para que las movilizaciones se desarrollen pacíficamente. "Los enemigos del país son los bancos, porque se quedaron con la plata de la gente", dijo Brunetti, aunque criticó a los grandes medios capitalinos que "solamente hablan del corralito financiero, y eso, no es lo más grave".
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