El príncipe Harry, hijo menor del heredero al trono británico, el príncipe Carlos, y de la princesa Diana, ha tomado drogas. La noticia de que el alumno de Eton, de 17 años, tuvo una "fuerte" afición por el hachís y el alcohol ha caído en Londres como una bomba.
La casa real confirmó sin rodeos un reportaje de seis páginas, publicado por el semanario News of the World, sobre los flirteos del príncipe con las drogas. Con ello espera ganarse la comprensión de los padres que han tenido experiencias similares con sus hijos, se comentaba ayer. Según una declaración del príncipe Carlos, el "grave problema se solucionó en el seno de la familia y ya ha pasado".
El primer ministro, Tony Blair, fue el primero en declarar que el heredero al trono, que educa solo a sus hijos después de la muerte de Diana, actuó con el problema de forma "absolutamente correcta".
A la clínica
Después de que Harry admitiese haber consumido drogas, el príncipe Carlos envió el pasado verano al más joven de sus vástagos a una clínica de rehabilitación de drogadictos de "visita" para que hablase con cocainómanos y heroinómanos y viese con sus propios ojos las consecuencias del consumo de estupefacientes.
"Es una situación difícil, lo sé por propia experiencia", declaró Blair en la cadena de televisión BBC. Su hijo mayor, Euan, fue encontrado borracho en el corazón de Londres el verano del 2000.
Como "padre inteligente y cariñoso", según escribe News of the World, el príncipe Carlos no "explotó por el enfado" sino que mantuvo una conversación con su hijo. El príncipe Guillermo tuvo también una "influencia decisiva" sobre su hermano, dos años menor que él. Carlos se perfiló en la situación como "un futuro rey moderno", alaba el semanario al heredero británico.
Por su parte, expertos en drogas advirtieron sobre el peligro que supone que los jóvenes adictos a las drogas no obtengan el cuidado y el tratamiento necesarios. "Muy pocos padres están en la situación de dirigirse a instituciones privadas como el príncipe Carlos", declaró Peter Martin, de la organización Addaction.
Las detalladas informaciones que un "amigo de la familia" dio al semanario británico describen a Harry como un mimado y grosero descendiente de una familia privilegiada. Al parecer, atraía a jovencitas en un pub en Wiltshire con la frase "¿Tienes ganas de venir a tomar una copa a mi palacio?".
El el pub Rattlebone Inn, situado en las inmediaciones de la residencia de campo de Highgrove, Harry se juntó con "malas compañías" y fumó por primera vez hachís. Su padre lo dejaba entonces muchas veces solo a causa de viajes al extranjero.
"Nosotros vivimos aquí tiempos salvajes con Harry", declaró un asiduo al lugar de 53 años. Otro dijo haber visto como el príncipe, en un granero, salió "gateando de la paja". Según este hombre, el príncipe era "muy alocado".
Fiestas bravas desde los 11 años
News of the World indicó que Harry tomó contacto con el alcohol y los cigarrillos antes de llegar a la pubertad. Con once o doce años ya fumaba durante sus cruceros en Grecia. A bordo del yate de lujo del millonario griego John Latsis, amigo del príncipe Carlos, Harry y otros menores tenían acceso a fuertes bebidas alcohólicas pese a la presencia de adultos.
"Se emborrachaban con vodka y tequila. Todos los niños bebían", sostiene el semanario. "La diferencia entre Harry (y los demás) era que la bebida continuó después de las vacaciones. El joven no podía parar".
"Con 14 años ya estaba fuera de control". Un año antes Harry había perdido a su madre.
La biógrafa del príncipe Carlos, Penny Junor, declaró hoy: "Todos sabían que Harry bebía mucho y perdía el control. Sólo era cuestión de tiempo que saliera a la luz". (DPA)