Año CXXXV
 Nº 49.359
Rosario,
lunes  14 de
enero de 2002
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Almacenero mató a tiros a un ladrón
El justiciero había sido víctima de saqueos en diciembre pasado y dormía en su comercio con una escopeta

Buenos Aires.- Un anciano de 83 años que dormía armado en su almacén desde que fue víctima de saqueos en diciembre pasado, mató a escopetazos a uno de los dos ladrones que intentaban ingresar a robar en el local de la localidad de Villa Dorrego, en el partido bonaerense de La Matanza.
Poco después, el anciano fue apresado y prestó declaración ante la fiscal de La Matanza María Belén Casal Gatto quien ahora trata de determinar si se trató de un caso de legítima defensa o hubo un exceso en ese derecho.
Al ladrón muerto no le secuestraron armas, ni ninguna barreta que haya utilizado para forzar la entrada al almacén del justiciero, relató una fuente judicial.
En tanto, ante la posibilidad de que vecinos y familiares del ladrón muerto quieran vengarse del crimen, la policía de la zona se puso en estado de alerta máxima. "Una de las posibilidades es que allegados al ladrón muerto intenten saquear y destruir el almacén del anciano", se especuló.
Todo se inició la madrugada de ayer cuando Domingo Fiumelo, de 83 años, dormía en su almacén de Villa Dorrego. Los voceros judiciales relataron que "el hombre había decidido dormir allí, con una escopeta entre sus manos, porque en diciembre había sido víctima de saqueos que hubo en el conurbano bonaerense".Esa seguidilla de saqueos terminó con nueve muertos en el Gran Buenos Aires, dos de ellos en el partido de La Matanza.
Según las fuentes, el anciano se despertó sobresaltado cuando escuchó ruidos que provenían del frente de su local. De acuerdo con esta versión, el anciano tomó una escopeta y disparó contra las dos personas que, según sus dichos, forzaban la puerta del almacén con una barreta. Uno de los escopetazos impactó en el pecho al ladrón, y el otro le voló un dedo de una de las manos, se explicó. Herido de gravedad, el ladrón huyó y cayó muerto a unos 100 metros, en tanto, el cómplice huyó.
Alertados por los vecinos, policías de la comisaría de Villa Dorrego encontraron un hombre muerto, y para determinar dónde había sido baleado empezaron a seguir el recorrido de manchas de sangre. Fue así que llegaron hasta el almacén de Fiumelo en cuyo frente encontraron un dedo del hombre muerto.
En el lugar, los investigadores reconstruyeron el caso, y detuvieron a Fiumelo, quien pocas horas más tarde fue interrogado por el delito de homicidio, por la fiscal Casal Gatto.
Uno de los elementos que complica el caso es la falta de testigos, se precisó. Lo que si pudieron acreditar los investigadores es que la puerta de acceso al local de Fiumelo estaba violentada. (Télam)


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