Empresarios brasileños y chilenos reclamaron ante sus respectivos gobiernos que intervengan para salvaguardar los intereses de las industrias de ambas naciones cuyos capitales peligran por la crisis argentina. Ejecutivos de 190 firmas brasileñas que tienen filiales en Argentina reclamaron en Brasilia por la falta de reglas claras y por los límites impuestos a las transferencias financieras con destino al exterior. "El nuevo plan económico argentino alcanzó frontalmente a esas empresas, con inversiones de más de 8.000 millones de dólares y algunas están obligadas a paralizar sus actividades, aunque no se piensa en la opción de abandonar el país vecino", explicó ayer un vocero de los empresarios. El portavoz del grupo, Rafael Golombek, presidente de Vicuña Argentina, reveló que "en el 2001 sus ventas sufrieron una caída del 20% en relación al año anterior".
Por su parte, la canciller de Chile, Soledad Alvear, se reunirá mañana con los empresarios trasandinos con inversiones en Argentina para informarles sobre las gestiones realizadas ante funcionarios argentinos tendientes a proteger los capitales chilenos en este lado de la cordillera.
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La Ciudad
