Carlos Roberto Morán
La posibilidad de que la Asamblea Legislativa provincial se transforme en Constituyente apareció sorpresivamente ayer como la propuesta más audaz, en un momento en que la piel de la sociedad se encuentra particularmente irritada y dirige todo sus dardos a los partidos y sus representantes.
El tema de la reforma política fue considerado extensamente por el gobernador Carlos Reutemann; el ministro de Gobierno, Lorenzo Domínguez, y el presidente de la Cámara de Diputados, Alberto Hammerly. El encuentro se produjo luego de que el Lole analizara la cuestión con el presidente Eduardo Duhalde en Olivos.
Domínguez y Hammerly admitieron a La Capital que en la reunión con el gobernador se barajaron múltiples alternativas e ideas, y que entre ellas, a propuesta del titular de Diputados, figuró la de convocar a una Asamblea Constituyente "con costo cero". Pero ésta no podría conformarse si no hay acuerdos con la oposición. De ahí que en la tarde del viernes "y de manera informal" el ministro de Gobierno se haya reunido con el intendente Hermes Binner y algunos de sus colaboradores en la Intendencia rosarina (ver aparte).
El titular de la cartera política le confirmó a este diario que la ronda de contactos informales proseguirá en las próximas jornadas con dirigentes de otras agrupaciones. No hay por consiguiente un temario, sino una serie de ideas fuerza sobre la necesidad de que las reformas redunden en una acción política "más eficiente, más económica, más moderna". Tanto el ministro como Hammerly coincidieron en que todo debe realizarse sin alterar las formas democráticas y constitucionales.
Domínguez matizó la propuesta de Asamblea Constituyente, que más resueltamente alienta Hammerly. En efecto, sin descartarla como alternativa, señaló que había que atender también a lo que pueda llegar a resolverse en el orden nacional, ya fuere porque Duhalde decida convocar a elecciones o se disponga a transformar en Asamblea al Congreso y a las Legislaturas provinciales.
El jefe de Diputados, sin controvertir, defendió su punto de vista sosteniendo que previo a la realización de la Asamblea "todo se puede acordar, gestando un núcleo de coincidencias básicas" con las restantes fuerzas políticas. Si esto ocurre no tendría importancia decisiva la amplia mayoría que el peronismo tiene en ambas Cámaras. "Nosotros cumpliríamos con lo acordado y no trataríamos ningún otro tema", señaló Hammerly. Ponderó la calidad de la Constitución provincial vigente, sosteniendo que "pocas cosas" hay que modificarle. Mencionó lo relativo a autonomías municipales, elección de comisiones comunales cada cuatro años, régimen electoral y hasta la posibilidad de introducir el instituto de la enmienda constitucional, norma que evitaría la convocatoria a elección de convencionales cada vez que se quiera reformar la Constitución. También se analizaría la conveniencia o inconveniencia de establecer en la provincia el sistema unicameral así como la reducción del número de legisladores y del personal político.
Pero hay un tema significativo que el peronismo buscaría introducir en la reforma: la reelección del gobernador por un período de cuatro años, al igual que los cargos electivos.
Pero hay algo más. Hammerly sostuvo que la reforma permitiría en la provincia "barajar y dar de nuevo", estableciéndose nuevas relaciones entre los distintos poderes. "El texto debería señalar que el gobernador es el que tiene el sueldo más alto, incluido el Poder Judicial", acotó.
El Ejecutivo está imaginando la gestación de un sistema de normas que facilite la interrelación de los poderes y, también, que la Justicia no se comporte como un poder tan autónomo que no termina de registrar las exigencias de la sociedad.
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La Ciudad
