"Decían que se quería hacer un golpe de Estado entre el Sindicato de los Empleados Municipales, la UTA (Unión Tranviarios Automotor) y algunos concejales. No fue ningún golpe de Estado. Nosotros no queremos ni que Binner se vaya ni que se quede, sino que haga lo que hay que hacer", se defendió el secretario general de los municipales, Néstor Ferraza. Así, Ferraza replicó las acusaciones sobre la existencia de una supuesta conspiración detrás de los paros de choferes y municipales que agitaron la ciudad estos últimos días. Y advirtió: "Se acabó la soberbia, acá habrá que consensuar porque este no es un gremio improvisado". El secretario general del gremio también arremetió contra el receso que decretó el municipio hasta fin de enero para ahorrar gastos. "No se va a obligar a nadie a tomarse una licencia cuando ellos quieren. Primero querían que los empleados tengan asueto todo enero, pero cuando la gente decidió el paro querían que fueran a trabajar. Esa es una de las contradicciones de Binner".
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