A pesar de que ayer a primera hora de la mañana tenían la totalidad del salario en el bolsillo, los empleados municipales llevaron adelante su tercer día de paro y marcharon desde la sede del gremio hasta la puerta del Palacio de los Leones. Y aunque anunciaron que la medida de fuerza quedaba levantada, ahora van por el aguinaldo: a partir del lunes próximo se realizarán cortes de calles y cacerolazos durante una hora en todas las reparticiones municipales. Lo cierto es que entre bombas de estruendo y redoblantes el intendente Hermes Binner se llevó todos los palos.
Los manifestantes se fueron concentrando en la puerta del gremio y las columnas llegaron a sumar más de mil personas. Los médicos de los hospitales municipales fueron de los que más se hicieron oír y volvieron a reclamar "los insumos esenciales para poder trabajar". Y esta vez, las mujeres incorporaron a la protesta la ya tradicional cacerola que hicieron sonar por todo el centro rosarino.
Los aguinaldos tanto de los activos como de los pasivos municipales fue otro de los reclamos de la manifestación. Y un hombre no dudó en colgarse del cuello un cartel donde se leía: "Binner, Alí Babá: devolvé los seis palos que nos robaste de la Caja de Jubilaciones".
El secretario general del Sindicato de Empleados Municipales, Néstor Ferraza, señaló que "la deuda que tiene el municipio para con el Instituto de Previsión llega a los diez millones de pesos" y recordó que "se viene arrastrando desde hace años".
Durante la marcha, el intendente se convirtió en el blanco de todas las críticas y los cantitos. Además, del poco creativo "es para Binner que lo mira por TV", los municipales le sumaron los calificativos de "gorila" y "soberbio".
"Para el intendente ser municipal es mala palabra", decía uno de los carteles, mientras que en otro se le pedía a Binner "un poco de humildad". Y no faltaron los que le pidieron "que se vaya".
"Se terminó la joda"
Ya en la plaza 25 de Mayo, el secretario gremial del sindicato, Antonio Ratner, fue contundente. "Se acabó la joda. No no sólo se trata del sueldo de los empleados, sino de saber qué pasa con el vaciamiento que están produciendo en todas las reparticiones municipales", denunció.
El que tampoco se salvó de la furia sindical fue el secretario de Salud Pública de la Municipalidad, Miguel Angel Cappiello. "El funcionario dice una cosa y la realidad otra. En los hospitales faltan jeringas, hilos para suturar, guantes y uniformes, y ya se cerraron salas en el Hospital Carrasco", aseguró Antonio Ratner, secretario adjunto del sindicato.
Así, después de criticar "las obras faraónicas de Binner", el paro se levantó. Pero Ferraza aseguró que a partir del lunes, de 10 a 11, se realizarán todos los días protestas en las diferentes reparticiones municipales. Cuando ya se desconcentraban, se escuchó: "Se siente, se siente: Monti intendente".