Danielle Haas
Jerusalen. -Las batallas internas de Israel y la India contra militantes islámicos y los rumores de la venta de aviones espía israelíes Phalcon a Nueva Delhi, han acercado a los dos países más que nunca. La lucha de Israel contra los militantes palestinos que buscan la independencia y el ataque contra el Parlamento indio en diciembre por activistas islámicos radicados en Pakistán han conducido a una convergencia de opiniones impulsada por los florecientes lazos políticos, económicos y militares. El canciller israelí Shimon Peres, que visitó en la India esta semana, enfatizó que Israel estaba del "lado (de la India) en la lucha por la paz y contra el terrorismo". Analistas dijeron que también era probable que Peres y las autoridades indias abordaran el tema de sus relativamente poco conocidos lazos de defensa y traten la lucrativa venta de los aviones espía Phalcon. Medios de prensa de ambos países sugirieron que los aviones probablemente terminarán en el arsenal militar de la India después que Israel puso fin a un acuerdo con China por estos mismos aparatos bajo presión de Estados Unidos. La amistad entre los dos países, predicada sobre el base común de la modernización e independencia tecnológica, promete beneficios mutuos. El intercambio cultural también se ha desarrollado de forma creciente y ciudadanos indios e israelíes viajan entre sus países en visitas de trabajo o de placer. Israel espera fortalecer su influencia en el sur de Asia y disminuir la del vecino musulmán de India, Pakistán, que teme pueda transmitir sus conocimientos nucleares al mundo árabe. Los lazos militares también pueden ayudar a Israel a neutralizar la tendencia de la India a respaldar naciones que condenan al Estado judío por usar la fuerza contra los palestinos. Entretanto, Nueva Delhi se puede beneficiar de la experiencia contra el terrorismo de Israel, y de un industria de armas que ya lo ha convertido en el principal suministrador de equipos de defensa al país democrático de mayor población en el mundo. Israel también es potencia nuclear, aunque nunca ha reconocido poseer tales armas. Se cree que posee al menos 200 cabezas nucleares. La India e Israel se independizaron del gobierno británico a fines de la década de 1940, pero les tomó casi medio siglo superar sus diferencias y establecer relaciones diplomáticas. India votó en 1949 en contra de la admisión de Israel en las Naciones Unidas, pero reconoció al Estado judío un año después. Sin embargo, Nueva Delhi permaneció cautelosa, sobre la base de sus necesidades de petróleo y la emigración de su fuerza laboral al Oriente Medio. Las guerras entre árabes e israelíes de las décadas de 1950 a 1980 bloquearon la normalización de los lazos bilaterales, pero el fin de la Guerra Fría y el inicio del diálogo entre palestinos e israelíes condujo a la India a entablar relaciones diplomáticas con el Estado judío en 1992. El comercio entre ambas naciones actualmente es de 1.000 millones de dólares, en comparación con 200 millones hace una década. Ambos países enfrentan problemas similares con los fundamentalistas islámicos. Israel combate una rebelión palestina desde septiembre del 2000, en medio de la cual varios militantes han lanzado devastadores atentados suicidas dentro de su territorio. La violencia entre Pakistán y la India por la disputada región de Cachemira, dividida entre ambos países y China, y los ataques de grupos separatistas en el Estado Jammu-Cachemira además del atentado al Parlamento, han acercado a la India a Israel. "En Israel, ellos entienden el terrorismo como pocos países. Ellos dicen que no importa cuál sea el fin, el terrorismo como medio no debe estimularse", comentó el analista político indio Prem Shankar Jha. (Reuters)
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