"Ustedes dan años como si nada". Sentado frente a una empleada judicial y rigurosamente custodiado por dos agentes del Servicio Penitenciario Federal, el hombre soltó la frase sin ningún prurito. Todavía incrédula por lo que acababa de escuchar, su interlocutora tomó aire y como pudo respondió, más como mujer que como funcionaria: "Y usted habla como si no hubiera hecho nada. Total, la víctima ya no puede decir nada". El tenso diálogo se registró los últimos días de diciembre en el interior del juzgado de Sentencia Nº 5 entre el muchacho condenado a reclusión perpetua (25 años) y una empleada. Mientras este diálogo ocurría, el otro criminal esperaba su turno para conocer su propia condena por el mismo caso.
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