Alessandra Baldini
Nueva York. - La mayoría de los estadounidenses no siente al terrorismo como un peligro inminente, según un sondeo de la cadena CBS a casi cuatro meses de los atentados del 11 de septiembre contra el Pentágono y el World Trade Center. Para confirmar este sentimiento de distensión comenzaron a venderse entradas para acceder a las plataformas de Ground Zero y la policía desmontó la guardia permanente que mantenía ante el edificio de la ONU. De la encuesta surge que sólo 18 entrevistados sobre 100 dijeron que consideraban "muy probable" otro ataque contra EEUU, y 55 de cada 100 revelaron que, cuatro meses después de la matanza, sus vidas volvieron a la normalidad. El camino de regreso a esa normalidad pudo confirmarse incluso en Nueva York, la ciudad más golpeada por los atacantes suicidas de Al Qaeda. Con la presencia del nuevo alcalde, Michael Bloomberg, el Marriot, famoso hotel de lujo de la ciudad que quedó aislado cuando el ataque al World Trade Center, reabrió sus puertas. "Vuelve la vida", dijo Bloomberg, observando que "Nueva York es segura y está abierta a los negocios y el Marriot que recibe a nuevos clientes es parte de esta evolución". Pero la reapertura del Marriot no fue la única señal de que la normalidad turística está regresando a Nueva York: el lunes llegó al puerto de la ciudad el transatlántico Queen Elizabeth II, con 1.055 pasajeros a bordo. Esta fue la primera nave de crucero que volvió a la Gran Manzana desde el 11 de septiembre. Otras noticias alentadoras llegan también de los aeropuertos: los norteamericanos en diciembre volvieron a volar, alentados por las vacaciones de Navidad y Año Nuevo. De a poco EEUU va dejando el miedo al terrorismo atrás, pero no olvida. En California, por ejemplo, las patentes personalizadas de los automóviles evocan siglas y números vinculados con los atentados, por ello entre las más utilizadas está la WTC y 9-11 (fecha de los atentados). En Nueva York, entretanto Ground Zero se confirma como la principal meta turística, pero para regular el flujo de visitantes desde hoy la comuna emitirá entradas para el acceso a las plataformas que permiten acercarse a los escombros. Las entradas que son gratuitas serán distribuidas en el museo South Street Seaport y sólo 100 personas serán admitidas sobre las plataformas por un máximo de 15 minutos. Por otra parte, un nuevo sentido de seguridad se respira en la zona de la ONU: la policía que desde hace cuatro meses recorría las calles de acceso al Palacio de Cristal desmontó la guardia y reabrió las arterias al tránsito. "La policía considera que la ONU no corre riesgos de ataques", dijo un portavoz de las fuerzas del orden. Al mismo tiempo también en los diarios se respira un deseo de que todo vuelva a la normalidad. Desde el 1º de enero, el New York Time (NYT), por ejemplo, volvió a su diagramación habitual suprimiendo la columna especial "Una Nación desafiada" instituida el 18 de septiembre. Desaparecieron del mismo modo los "retratos de dolor" que durante casi cuatro meses rindieron homenaje a los muertos en los atentados. Sin embargo Ground Zero, sigue matando: durante cuatro meses Alberth Joseph, un jubilado de 79 años, se transformó en símbolo de la supervivencia a la caída de las Torres Gemelas. Joseph, que trabajaba como electricistas en la Morgan Stanley, murió el 1º de enero después de 112 días en una cama de hospital: era la persona de más edad entre los empleados del World Trade Center que perdió la vida como consecuencia de los atentados terroristas. (Ansa)
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