Las disposiciones para flexibilizar el corralito financiero y fijar un cronograma de devolución de los plazos fijos se demoran por la falta de acuerdo entre el gobierno y los grandes bancos nucleados en la Asociación de Bancos Argentinos (ABA). Los representantes de esa entidad se reunieron ayer con el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov. Y aunque la información oficial señaló que este sector acompañará "el esfuerzo para lograr un crecimiento sustentable", lo que trascendió es que durante el encuentro hubo una dura discusión por el monto de las compensaciones que el gobierno entregaría al sector financiero a cambio de la pesificación de las deudas.
En la ley de emergencia pública se estableció una retención a la exportación de hidrocarburos y la autorización para tomar nuevos préstamos de modo de hacerse una masa para compensar a los bancos por la pesificación. La diferencia es que ABA reclama 15 mil millones mientras que el gobierno sólo estaría dispuestos a pagarles 6 mil millones.
Esta situación abona un coctel explosivo. El fantasma de un nuevo cacerolazo y la parálisis de la cadena comercial empuja al gobierno a tomar una definición en torno de la inmovilización bancaria, mientras que las entidades advierten que una flexibilización de la medida provocaría una estampida sobre el sistema.
El presidente Eduardo Duhalde y el equipo económico analizaron ayer en la reunión de gabinete la liberación de las cuentas sueldos hasta 1.500 pesos y hasta 1.200 pesos para el resto de los depósitos a la vista. También se analizó un cronograma de devolución de los plazos fijos, de entre 90 y 180 días, según el monto de la imposición.
Sin embargo, la delicada negociación con el sector bancario obligó, una vez más, a postergar los anuncios de nuevas medidas. Más aún, el gobierno extendió el feriado cambiario y el feriado bancario parcial un día más, agregando complicaciones a toda la actividad económica. Incluso, entre empresarios de distintos sectores había temor de que el feriado se prorrogara incluso hasta el viernes.
Si bien en el incipiente mercado libre el dólar cotiza a 1,50, hay cierto temor en la city de que, una vez que se liberen directamente las transacciones, la divisa estadounidense se dispare.
El gran cuco
Mientras agita la pelea con las privatizadas por las tarifas de servicios y trata de evitar que se descontrole la remarcación de precios, intenta desactivar la bomba atómica de los bancos. Cuatro días después de los primeros anuncios económicos, el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov se encontró finalmente ayer con los representantes de la Asociación de Bancos Argentinos.
Estuvieron presentes su titular, Eduardo Escasany (el único de ese sector que pilotea un banco con mayoría de capital nacional), Manuel Sacerdote (BankBoston), Carlos Giovanelli (Citibank), Jaime Guardiola (BBVA-Francés), Enrique Cristofani (Río-Santander), Emilio Cárdenas (HSBC) y Miguel Kiguel (Hipotecario).
A diferencia de lo que pasó el lunes en la reunión que mantuvieron con los representantes de Abappra, la entidad que nuclea a los bancos oficiales, cooperativos y provinciales privatizados, la información oficial sobre el encuentro de ayer fue estrictamente protocolar. Todo un símbolo del grado de aspereza que hay en la negociación.
Tras advertir que no iban a hacer declaraciones, los banqueros de ABA se limitaron a difundir un breve comunicado en el cual señalan que esa entidad acompañará "el esfuerzo para lograr un crecimiento sustentable".
"Este objetivo está en línea con la generación de un nuevo clima que restablezca la confianza y que permita la recomposición de las inversiones, genere más empleo y una distribución más equitativa de los ingresos", agregó.
La parquedad de la declaración no sólo refleja la dureza de las conversaciones con el gobierno sino también los enfrentamientos dentro del propio sector financiero. Fue el propio Escasany, a través de una solicitada, quien denunció una campaña de desprestigio contra el Banco Galicia, desatada por su condición de "banco nacional". Desde hace ya un tiempo, el banquero se aproximó al Grupo Productivo y a los bancos de Abappra.
El lunes, Carlos Heller, titular de esa asociación, había pedido que se investigara a los responsables de la fuga de depósitos del último año.
Una situación refleja la situación de tirantez. Los bancos capitales extranjeros se niegan a aportar al Fondo de Liquidez Bancaria, un instrumento creado por el Banco Central para evitar la caída del sistema, pero también para compensar el pase de depósitos de una entidad a otra.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), del cual el gobierno espera una ayuda crediticia de 15 mil millones de dólares, no es ajeno a esta discusión. Ayer, una fuente anónima citada por la agencia "Reuters" puso en duda la viabilidad de una ayuda económica en el corto plazo y dejó trascender alguna molestia con algún punto del plan.
Lo que está claro es que, aún cuando pueda ser inevitable, el default y la devaluación en Argentina le propina costos a vastos sectores de la comunidad empresaria nacional e internacional. Y la pelea es descarnada para pasárselos unos a otros.
Presupuesto cero
Además de desactivar la conflictividad social y económica, el equipo económico está obligado a presentar el famoso "plan sustentable", que incluye la confección de un presupuesto equilibrado, en un momento en el cual cualquier recorte puede desatar una reacción.
El secretario de Hacienda, Oscar Lamberto, está trabajando en eso dentro del gabinete económico. Señaló que hay una situación "muy compleja" en la situación de caja del Estado y aseguró que la herencia de Fernando de la Rúa era más pesada de la que se preveía. Sólo en sueldos, proveedores y transferencias a las provincias, la deuda urgente suma 5 mil millones de dólares.
Respecto del presupuesto, se señaló ayer que "esta semana se bajará el lineamiento político" que debe tener la pauta anual de gastos e ingresos, responsabilidad que recaerá en el propio presidente Eduardo Duhalde.
En relación con las provincias, la fuente comentó que "en el curso de enero se completará el pago con Lecop de las deudas que hasta el 31 de diciembre la Nación les había reconocido".