Mientras el Banco Central dispuso prolongar el feriado cambiario y la operatoria financiera restringida durante el día de hoy, las consultoras de inversión internacional, y los analistas de la banca JP Morgan, ya pronostican un dólar de 2,7 para fin de año, y las calificadoras mantienen la nota de default para el país. Voceros del BCRA señalaron que la decisión del feriado fue tomada porque aún no se definió la redacción de las normas financieras que regirán la operatoria después de la devaluación del peso. Sin embargo, trascendió que la decisión se habría tomado luego de una prolongada reunión en la Quinta de Olivos, donde se agigantaron los temores de las autoridades ante una eventual disparada del dólar en el segmento financiero. Tras diez años de inactividad, el mercado libre cambiario debería comenzar a operar ante la eliminación de la paridad peso-dólar. La derogación de la ley de Convertibilidad desdobla la plaza de cambio; por un lado, operará el dólar comercial, que se ubicó en 1,40 por moneda norteamericana. Esta paridad surgió luego de una devaluación del 28,57% del peso. A este dólar se lo empleará para liquidar operaciones de comercio exterior. Por el otro lado, existirá un margen de flotación libre y será el que regirá en las restantes transacciones. La ley de emergencia económica autoriza al Banco Central, eventualmente, a intervenir en el mercado emitiendo pesos o bonos para nivelar la cotización. A pesar del feriado cambiario vigente, la plaza marginal, representada por los famosos arbolitos fijó una cotización de referencia entre 1,45 y 1,60 por dólar. En ese sector rondó $1,5. Asimismo, la banca J. P. Morgan-Chase estimó que el peso llegaría a 2,7 por dólar para fines del 2002. "Las argentinos, que ya sufrieron la hiperinflación en el pasado, no estarán dispuestos a tener pesos devaluados por ahora", indicó un informe. La banca de inversión sostiene que las expectativas de una devaluación y una mayor inflación reducirán, probablemente, la demanda de pesos para las transacciones diarias. Recalca también que una apertura de la tasa de flotación acusará una depreciación superior a 1,40 y podría disparar -presumen- las expectativas inflacionarias. Por eso, comparaciones accionarias en el exterior indican una tasa de flotación de 1,65. Al mismo tiempo, la calificadora Fitch anunció que mantendrán -hasta nuevo aviso- la nota de moneda extranjera DDD de Argentina como emisor y de moneda extranjera DD fijada a la deuda vigente no involucrada en el último canje. La calificadora señaló además que esa puntuación se mantendrá bajo categoría de default por treinta días. Esta situación surge del trueque de bonos realizado en noviembre. Cabe destacar que esa etapa finaliza hoy. Sin embargo, Fitch afirmó que mantendrá esa calificación por tiempo indefinido.
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