El problema de la paidofilia también representa complicaciones económicas para el Vaticano: algunos episcopados, como el de Estados Unidos, tuvieron que pagar importantes resarcimientos a las familias de niños molestados sexualmente por sacerdotes. El récord de la suma pagada por abusos sexuales correspondió a la diócesis de Dallas (Texas): casi 120 millones de dólares para las víctimas, también por haber ocultado la conducta delictiva de un presbítero. El pasado mes de septiembre el obispo de Boyeux (Normandía), monseñor Pierre Pican, también fue condenado por un tribunal francés a tres meses de prisión con libertad condicional porque no había denunciado ante las autoridades a un sacerdote de su diócesis, el padre René Bissey, condenado como culpable de abusos sexuales contra niños. (Ansa)
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