El Opus Dei celebra hoy el primer centenario del nacimiento de su fundador, el beato Josemaría Escrivá de Balaguer. Este aniversario ha tomado importancia recientemente debido a la intención del Papa Juan Pablo II de hacer santo al sacerdote español, quien dio vida a una de las instituciones católicas más poderosas y controvertidas de la actualidad.
Pese a que la fecha para la canonización de Escrivá no ha sido fijada todavía por el Vaticano, en círculos próximos a la Santa Sede se dice que ésta podría celebrarse el domingo 23 de junio, tres días antes del aniversario de su muerte en Roma en 1975. De todas maneras, ya se espera que sea una de las ceremonias religiosas más concurridas del año en la Ciudad Eterna. A la beatificación de Escrivá, el 17 de mayo de 1992, asistieron unas 300.000 personas.
Al contrario de lo esperado, la decisión del jefe de la Iglesia Católica de canonizar a Escrivá no ha despertado grandes críticas en la opinión pública. Hace nueve años, la beatificación de Escrivá causó un gran revuelo internacional y es recordada como una de las más polémicas de la historia, debido principalmente a su excepcional rapidez, sólo 17 años después de la muerte del sacerdote, y a la gran influencia que se atribuye al Opus en el Vaticano, así como en el mundo político y económico.
Un milagro
El milagro reconocido por el Papa y que abre las puertas a la canonización de Escrivá es la curación "científicamente inexplicable" de una radiodermitis crónica, una peligrosa enfermedad, propia del trabajo con rayos X sin utilizar la protección adecuada. Con el tiempo, el mal desemboca en cáncer de piel y su única posible curación, para evitar la muerte del paciente, es la amputación del miembro afectado.
El beneficiario del milagro es el cirujano español Manuel Nevado Rey, de 69 años, quien dijo no tener relación alguna con el Opus Dei. El avanzado estadio en el que se encontraba la enfermedad le llevó a abandonar los quirófanos. Sin embargo, según asegura, se curó rápidamente en 1992, después de rezarle a Escrivá. Ahora, trabaja normalmente y ya puede volver a operar.
El Opus Dei lleva preparando desde hace tiempo una gran campaña con motivo del centenario de su fundador, sin duda el español que más ha influido en la Iglesia Católica del siglo XX. Ya ha finales de 2001 fue inaugurada en Lagos (Nigeria) una escuela de formación profesional en memoria del beato, así como una iglesia en su ciudad natal, Barbastro.
La lista de actos conmemorativos es larga. Primero que nada, aprovechando el aniversario, el Opus Dei pretende comenzar durante el año con algunas iniciativas sociales, tales como un ambulatorio médico en Monkole (Congo), un dispensario en Petare (Venezuela) y un centro de integración social para inmigrantes y personas sin recursos en Barcelona (España).
Entre las actividades más importantes dentro del centenario se encuentran también un congreso iniciado en Roma, en que tendrá lugar la presentación de un sello del servicio de correos italiano, misas en presididas por obispos en ciudades como Bruselas, Caracas, Moscú, Viena, Sidney o Nagasaki y exposiciones en la basílica de Notre Dame, en París, y en la catedral de Westminster, en Londres.
Además, a partir de los próximos días se podrá ver en Internet la página www.escrivaworks.org con los numerosos escritos publicados por Escrivá, entre ellos "Camino", que con cuatro millones de ejemplares en 42 idiomas se ha convertido en todo un clásico de la espiritualidad cristiana. En abril se presentará en la capital de Paraguay, Asunción, la primera edición del libro en lengua guaraní.
Lo que viene
Después de conseguir que Escrivá pase a ser "San Josemaría" y aparezca en los misales de todo el mundo, el Opus Dei no se cruzará de brazos. La institución, con 84.000 miembros en todo el mundo y dirigida por el obispo español Javier Echevarría Rodríguez, pretende también ver en los altares al primer sucesor de Escrivá, Alvaro del Portillo (1914-1994).
Además, ya se encuentran abiertos los procesos de canonización de otros miembros del Opus, como la estudiante catalana Montserrat Grases, el ingeniero argentino Isidoro Zorzano y el médico guatemalteco Eduardo Cofiño, entre otros. Por ello, muchos vaticanólogos consideran que la historia del Opus Dei, convertido ya en una de las realidades católicas más importantes a sólo 73 años de su fundación, apenas acaba de empezar. (DPA)
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