A las compañías automotrices no les preocupa mucho la devaluación, en función de su posicionamiento en diversos países y mercados. Pero, sí están advirtiendo sobre las posibilidades de que el nuevo sistema cambiario traiga aparejadas regulaciones que afecten su operatoria. En particular, se refieren a la reinstauración del control de cambio, por el cual la liquidación de todas las operaciones de exportación e importación deben realizarse en el Banco Central. Los detalles de este sistema aún están en la nebulosa y son materia de negociaciones, sobre todo lo que hace a la divisa en que se cobrarán las exportaciones. Por eso, una alta fuente de la industria automotriz expresó su deseo de que "estas medidas no dificulten la operatoria, queremos operar en libertad tanto en lo comercial como en lo financiero".
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