Año CXXXV
 Nº 49.351
Rosario,
domingo  06 de
enero de 2002
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Tenso equilibrio nuclear en Asia

Jim Anderson

Washington. - Durante los momentos más álgidos de la Guerra Fría, cuando EEUU y la Unión Soviética tenían dirigidas uno contra el otro decenas de miles de armas nucleares, ambas partes lograron una tensa paz al adherirse a la doctrina de la Destrucción Mutua Asegurada (MAD, por sus siglas en inglés). Este "equilibrio del terror" se basaba en la idea de que ninguna de las partes podría destruir por completo la capacidad de la otra de devolver el ataque, por lo que había grandes incentivos para que ambas mantuvieran la paz. Pero esta simple ecuación se basaba en armas terriblemente complejas y en sistemas defensivos tales como silos de misiles subterráneos prácticamente inexpugnables, submarinos escondidos bajo los océanos del mundo y flotas de bombarderos siempre en estado de alerta.
Ahora, India y Pakistán se amenazan mutuamente, después del ataque suicida contra el Parlamento indio del 13 de diciembre, perpetrado por uno o varios grupos terroristas. Ambos países poseen armas nucleares. Según una estimación publicada en la revista Scientific American, India dispone del suficiente plutonio como para fabricar 112 bombas nucleares. Pakistán, que utiliza un sistema diferente para construir material atómico, posee suficiente uranio enriquecido como para obtener 40 armas nucleares.

El holocausto en cinco minutos
Ambos han probado su habilidad para construir armas que además han demostrado que funcionan, las dos partes tienen misiles que podrían alcanzar a la población contraria, y uno y otro siguen aumentando sus arsenales nucleares pese a los embargos internacionales impuestos sobre material nuclear. La duración de vuelo de un misil entre ambos países es de tres a cinco minutos. Ningún sistema de alerta temprana serviría en este caso. Así que los dos países -densamente poblados- son igualmente vulnerables a un ataque solapado. Ninguna de las partes puede proteger su capacidad de respuesta a un ataque de este tipo, al igual que les sucedió a EEUU y a la Unión Soviética.
Además, como ninguno de los sistemas de lanzamiento -misiles de alcance medio y cazabombarderos relativamente pequeños- son infalibles ni capaces de efectuar un ataque que deje totalmente fuera de juego a la otra parte, se puede decir que también en este caso hay una especie doctrina de Destrucción Mutua Asegurada.
En momentos de alta tensión, tal como durante los combates en la región Kargil, en la disputada Cachemira, ni India ni Pakistán lanzaron misiles o amenazaron con emplear armas nucleares. Las víctimas mortales de ese conflicto se produjeron por las causas "tradicionales": fuego de artillería y el intenso frío que hace en las altas montañas de la región.
Así que los paquistaníes, que fueron denunciados universalmente por construir en secreto sus primeras armas nucleares, dicen que su esfuerzo funcionó, ya que ahora hay una especie de disuasión en juego que evita una guerra nuclear. Este sistema no funcionaba hasta que Pakistán se hizo con armas nucleares para afrontar el arsenal indio. Esto podría ser cierto, al menos por el momento. Los factores desconocidos son el terrorismo y la irracionalidad.
Tal como muestra la actual crisis, ambos países son inestables, tanto política como económicamente. Líderes dudosos podrían caer en la tentación de ganar apoyo popular iniciando o provocando una escalada de los enfrentamientos a lo largo de la Línea de Control (LoC), la frontera que divide Cachemira.
Un atentado terrorista a gran escala podría provocar una avalancha de acontecimientos de este tipo, y los líderes políticos podrían ser barridos por el fervor nacionalista. Aunque el refrenamiento nuclear funciona ahora, no hay garantía alguna de que siga teniendo éxito si la tensión entre ambos países continúa aumentando. (DPA)


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