Año CXXXV
 Nº 49.351
Rosario,
domingo  06 de
enero de 2002
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El programa sale desde mañana por Azul
Juan Leyrado y Fabián Gianola harán "Maridos a domicilio"
Los actores encarnará a dos porteños que se encargan de arreglos domiciliarios

Rodolfo Montes

Juan Leyrado y Fabián Gianola formarán una dupla que promete sacudir la modorra del verano con "Maridos a domicilio", una telecomedia con la que se intentará evocar la infalible estética olmediana del humor que hoy, salvo honrosas excepciones, está ausente en la televisión argentina. El esquema se basa en la dupla masculina con una partenaire femenina. Los cuñados Mario Martini (Juan Leyrado) y Bocha Aguilar (Fabián Gianola) intentarán escaparle a la desocupación con una empresita de trabajos domiciliarios, donde cada ingreso a un domicilio particular deparará situaciones desopilantes.
La telecomedia que emitirá Azul Televisión desde mañana, de lunes a viernes, a las 22, marca el regreso de Juan Leyrado a la pantalla después de un enorme éxito con "Gasoleros", la tira que lo rebautizó como "Panigassi" y lo instaló para siempre en la consideración del público.
En los estudios de la calle Conde, en el barrio de Colegiales, Leyrado le confió a Escenario que está "triste y también esperanzado" por la tremenda convulsión que arrasa al país por estas horas, y que la tira "no puede estar al margen de lo que estamos viviendo, desde lo temático y desde el clima de los actores".
-Volvés después de varias temporadas a la tele. ¿Panigassi fue demasiado fuerte y no dejó espacio para meterse rápido en otro personaje?
-El Panigassi de "Gasoleros" es patrimonio de la gente y mío, y va a quedar tal cual fue. Esto es otra cosa más que hacemos y lo vivo como algo nuevo a pesar de que tenga puntos en común con "Gasoleros" por el hecho obvio que era yo quién lo hacía. Ahora, cuando me siente y vea a Mario Martini con mi familia y mis amigos veré qué me pasa.
-Es seguro que en este tiempo, entre un personaje y otro, descartaste ofrecimientos. ¿Qué atractivo especial tuvo esta propuesta?
-Yo no me tomé un respiro después de "Gasoleros". Pasó que hay una energía que se agota y es bueno retomar un poco de aire. En aquel momento había ganado muchas cosas pero había perdido otras, que por suerte pude recuperar. Ahora disfruto de la felicidad de estar trabajando con Fabián, con una química bárbara y agradecido a la producción.
-¿"Maridos a domicilio" muestra cómo ser creativos en la crisis?
-Las crisis nos dan la posibilidad de crecer y hacer algo para sobrevivir. Aunque también es válido deprimirse en algún momento. A través de la historia siempre fue así. Si de repente soy actor y no tengo trabajo, me voy a cocinar que es algo que también puedo hacer... Terminemos con esta historia de que si soy actor, tengo que tener una casa con pileta de natación que no puedo mantener.
-¿Te tocaron otros trabajos en la vida, además de actuar?
-Yo trabajé de muchas cosas: en una fábrica de plástico, tuve en taxiflet en Devoto. Lo único que me interesa ahora es que esté mi corazón en el corazón de la gente. Que juntemos nuestros corazones y hagamos de esta tarea una unión afectiva. Mi problema es que soy más exigente que el público, que mis amigos, entonces las señales previas las dejo de lado.
-¿Sos de meter mano en tu casa, de hacer arreglos?
-Sé hacer trabajos en casa, me gusta. Y lo que no lo sé lo invento o actúo... Lo que más hago es cocinar.
-¿Cómo arranca la historia de Mario, tu personaje?
-Este Mario de "Maridos a domicilio" es un hombre de clase media, con una camioneta, que trabajó en una fábrica importante, con un buen cargo, usaba saco y corbata y de pronto va un día a la fábrica y descubre que cerró.
-¿Cuánto de lo que pasa en el país se mete en la ficción de la tira?
-Están relacionados. Estoy muy triste por todo lo que pasa. Salí a la calle con la cacerola. Me siento decepcionado, pero amo esta patria y me voy a quedar a vivir acá. ¿Por qué nos tenemos que ir la buena gente?; ¿por qué no se van los tipos que nos jodieron la vida siempre? El cacerolazo lo viví como una expresión del pueblo que todavía está vivo a pesar de "toda esta gente" que está muerta y se empeñan en simular que están vivos.
-¿Te entusiasma el cambio de gobierno o pensás que es más de lo mismo?
-Confío en que no todo es más de lo mismo; espero que estos cambios de presidente nos abran un panorama mejor. Desde mí voy a hacer todo lo posible para que las cosas mejores. De Duhalde me gustó que reconoció que estamos mal y ese es el primer paso para empezar a salir.
-¿Por dónde habría que empezar?
El problema de Argentina es cultural y no en el sentido de consumir cine o teatro. Cultural en tanto lo que hacemos todos los días, lo que pensamos de nosotros mismos, de los demás, de la vida y de la muerte. Me importa lo cultural en el sentido del tránsito que el ser humano hace para ser mejor persona.
-¿Los argentinos tenemos que aprender a ser mejores personas?
Si nos creemos los mejores del mundo porque hacemos el gol con la mano, si todavía estamos pensando que por los machos argentinos las rubias norteamericanas se caen muertas... estamos listos. Nos hicieron creer que éramos los más vivos de todo el mundo y así nos fue. Lo que nos va a salvar de la crisis es ser humanos, más allá de los discursos. Lo único que nos salva es lo que tiene que ver con los afectos y con las relaciones.
-¿Intuís que esta tira ofrecerá una dupla matadora, junto a Fabián?
-Cuando se da el encuentro de trabajo con otro actor siempre hay un riesgo, no sabés que pasa hasta que no estás funcionando. El primer día empezamos a grabar casi sin darnos cuenta. La conexión que logramos antes de trabajar fue la misma y continuó con los personajes. Estoy feliz de trabajar con Fabián porque es muy generoso, que es una condición muy importante en esta profesión, se trabaja con el otro para el público y no sólo para el público.
-¿Cómo valorás este regreso a la televisión?
-Debería poder decir: "¡Que suerte! Vuelvo a la televisión y la gente está contenta porque me quiere". Sin embargo uno siempre está un poquito más "enfermo" y se hace cuestionamientos. Me gustaría estar completamente feliz con lo que me toca y no ambicionar otras cosas. Y a pesar de mi edad, estoy creciendo en ese sentido. Tengo que dejarme de joder y disfrutar lo que estoy haciendo. De a poco lo voy logrando.



Mario y Bocha se jugarán por ser la nueva dupla de la TV.
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