Año CXXXV
 Nº 49.351
Rosario,
domingo  06 de
enero de 2002
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El calor no da tregua y las llamas avanzan en Australia
Los tres frentes de fuego están sobre la periferia de Sydney. Son los peores incendios en el país

Los incendios forestales registrados en el estado australiano de Nueva Gales del Sur, que continúan su camino destructor, fueron calificados ayer como los peores jamás vistos en la historia de este país.
Los tres frentes abiertos al norte, sur y oeste de Sydney, y que amenazan la ciudad desde hace casi dos semanas, avanzan hacia un mismo punto con riesgo de atacar simultáneamente la periferia urbana.
El ministro de Servicios de Emergencia de Nueva Gales del Sur, Bob Debus, recordó que "los horribles fuegos del año 94 finalizaron el séptimo día con la ayuda de la lluvia".
En cambio, en esta oportunidad, el incendio -denominado "Navidades Negras"- arrasó varias hectáreas desde hace ya doce días, sin que las previsiones meteorológicas indiquen posibilidades de precipitación alguna.
Al menos 80 focos ígneos siguen activos y avanzan a través de los bosques que hasta hace unos días formaban una de las principales atracciones turísticas de la zona.
Por otra parte, las condiciones meteorológicas de ayer se presentaron más calmas que en los últimos días, pero no lograron frenar el imparable avance de las llamas.
A pesar de ello, los bomberos consiguieron, hasta el momento, evitar el encuentro de los distintos focos ígneos, pero las previsiones meteorológicas indican que entre hoy y mañana habrá un nuevo cambio en la dirección de los vientos, con lo que habrá más calor.
En ese sentido, el portavoz de los Servicios Rurales de Bomberos, Cameron Wade, indicó que "si con el viento a favor los fuegos de los tres sectores logran unirse, sus llamas formarán un frente devastador que caerá sobre los barrios de la periferia urbana", y estimó que esta situación "podría producirse dentro de cinco u ocho días".
Asimismo, el fuego de las Montañas Azules, al oeste de Sydney, continuaba preocupando a los bomberos y voluntarios que dirigen las operaciones, quienes recomendaron quemar las zonas de bosques no afectadas como medida preventiva con el objetivo de que cuando el incendio llegue a esas zonas no encuentre combustible del que alimentarse.
En tanto, en el noroeste, continúa vigente la orden de evacuación, mientras el fuego se extiende en dirección este y hacia la costa.
A su vez, desde el litoral del sur, otros incendios continúan acechando los pueblos de veraneo de Bendalong y Fisherman's Paradise, en la región de Shoalhaven, y se dirigen hacia las Montañas Azules.
Los residentes de los pueblos de la zona de Jervis Bay (en la región de Shoalhaven), quienes pasaron los últimos días en la playa, regresaron a sus casas con la alegría de, al menos, haber salvado sus propiedades.
A pesar de la crítica situación, tanto el ministro Debus como el comisario de los Servicios Rurales de Bomberos, Phil Koperberg, resaltaron que los bomberos están haciendo un gran trabajo, y elogiaron la gran cooperación existente entre bomberos a sueldo y voluntarios.
Sin embargo, varios bomberos necesitaron asistencia médica como consecuencia de la deshidratación y el cansancio.
La primera víctima entre los efectivos se registró el viernes, cuando un bombero fue atendido con quemaduras de tercer grado; mientras que ayer hubo dos nuevos heridos: uno con quemaduras de segundo grado y el otro por la picadura de una serpiente.
El jefe de bomberos de Nueva Gales del Sur, Phil Koperberg, dijo ayer que los 15 mil bomberos que participan en las tareas de extinción están comenzando a agotarse por lo que parece ser una batalla sin fin. El jefe de gobierno de Nueva Gales del Sur, Bob Carr, pidió a las grandes empresas que pongan en disponibilidad a sus empleados para que puedan tomar parte en las tareas de extinción de las llamas. Al mismo tiempo, criticó a algunas compañías que presionaron a sus empleados para que regresen a trabajar. Cerca de siete mil de las más de 20 mil personas que están participando activamente en la lucha contra el fuego son voluntarios.(Télam-SNI).



Si se unen el fuego del norte, sur y oeste, peligra Sydney.
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