El justicialismo pospuso hasta hoy al mediodía el tratamiento de la ley que pondrá punto final a la convertibilidad del peso debido a las discrepancias que surgieron frente a las imprecisiones de un borrador del proyecto que elaboró el gobierno, en especial para el caso de los endeudados en dólares del sistema financiero y los ahorristas. Sin embargo, el oficialismo no descartaba la posibilidad de darle luz verde a la iniciativa vía decreto de necesidad y urgencia. Al cierre de esta edición, continuaban las negociaciones en la Casa Rosada entre funcionarios y legisladores.
En ese sentido, el titular de la bancada justicialista en la Cámara baja, Humberto Roggero, ordenó al diputado Jorge Matzkin "lograr consensos lo más rápido posible" a raíz del fuerte lobby que estarían ejerciendo las empresas privatizadas.
"No tuvimos ningún tipo de presión explícita", replicó el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, sin lograr despejar las dudas. Además, consultado puntualmente sobre la posible firma de un decreto de necesidad y urgencia, respondió: "Es una alternativa, pero creemos que el proyecto va a salir por ley. Estamos encaminados hacia un consenso muy amplio".
Previamente, los vicepresidentes del bloque del PJ, Manuel Baladrón y José María Díaz Bancalari, habían explicado oficialmente los motivos de la postergación de la sesión. "Queremos que salga la mejor ley y dar el mayor grado de certezas a las inquietudes de la gente", enfatizaron.
Paso a paso
Hasta llegar a la decisión de posponer la sesión hasta hoy, cuando se supone que ingresará oficialmente el proyecto de ley (que deberá pasar por Labor Parlamentaria), los legisladores peronistas se abocaron a analizar el borrador que se les había entregado en la quinta de Olivos, durante una reunión con el presidente Eduardo Duhalde.
La amplia delegación de facultades al Poder Ejecutivo por dos años que contiene el proyecto que declara la emergencia económica, financiera y cambiaria inquietó al bloque del PJ, que se opuso en forma contundente cuando el anterior gobierno consiguió la cesión de superpoderes parlamentarios.
Por la tarde, una nutrida delegación de legisladores fue a hablar con el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, para plantearle modificaciones que salvasen los vacíos interpretativos de la iniciativa.
El titular de la Cámara baja, Eduardo Camaño, los diputados Juan Schiaretti, Arturo Lafalla, Matzkin y los senadores Carlos Verna, Liliana Negre de Alonso, Malvina Seguí y Jorge Yoma le plantearon a jefe del Palacio de Hacienda los posibles cambios. También le marcaron la notable cesión de facultades pedida por el Ejecutivo en el borrador.
Un legislador que participó en la entrevista reveló que se le planteó al funcionario la necesidad de no caer "en el vicio del cheque en blanco", que antes tanto cuestionó el PJ a raíz de las sucesivas exigencias al Congreso del ex ministro de Economía Domingo Cavallo.
Una de las modificaciones sugeridas a Remes Lenicov fue pesificar las deudas en dólares hasta 100 mil pesos. Y que entre 100 mil y 200 mil pesos se reestructuren las deudas con mayores plazos. De ahí en adelante todo seguiría su curso.
Con esto, los legisladores apuntan a llenar la falta de precisión que había en el borrador acerca de la cifra de la deuda dolarizada que se pasará a pesos.
Sobre el corralito, casi sin referencia en el texto conocido, solicitaron que en el proyecto se incluya un cronograma de devolución aunque sea para montos chicos.
Los legisladores también objetaron que el proyecto no especifique nada respecto de salarios y jubilaciones. Y reclamaron la ampliación de la disponibilidad para la extracción en efectivo hasta 1.500 pesos.
Además, la senadora santacruceña Cristina Fernández de Kirchner pidió que no se afecten con derechos temporarios a las exportaciones de hidrocarburos, medida que perjudicaría el monto de las regalías que reciben las provincias productoras.
Por último, les exigieron a las autoridades económicas que en el proyecto se fije la banda de flotación cambiaria, que sería entre 1,35 y 1,40 peso por dólar.
La norma en ciernes sería la partida de defunción del peso convertible en dólar que terminó con la hiperinflación de finales de los 80 y marcó a fuego la cultura económica de los argentinos en la última década.
En el bloque radical, a través de las manos del senador Raúl Baglini y el economista Roberto Frenkel, se hicieron algunas "sugerencias" sobre el borrador que conocían, aunque se había oficializado la predisposición a votar la iniciativa.
Alicia Castro, del Frente para el Cambio, adelantó su rechazo al proyecto. La diputada consideró "insólito" que se ratifique el decreto que dispuso el corralito al final del gobierno de Fernando de la Rúa y que nuevamente le otorga "megapoderes" al Ejecutivo. También objetaron la iniciativa el bloque del ARI, parte de los provinciales y la franja del Frepaso crítico, ya que el resto lo apoyó.
El Senado espera
Paralelamente, en un trámite rápido y sin debate, el Senado convirtió anoche en ley el proyecto que prorroga hasta el 2005 la vigencia del impuesto a las ganancias.
La propuesta, aprobada por unanimidad, había sido sancionada el 18 de diciembre pasado en Diputados, a instancias de la entonces oficialista bancada de la UCR.
Durante la breve sesión, Fernández De Kirchner reclamó la creación de una comisión investigadora de los actos de represión registrados en las últimas semanas, en tanto que el entrerriano Jorge Busti pidió otra para realizar un seguimiento de la deuda externa.
La Cámara alta pasó finalmente a un cuarto intermedio hasta hoy, a la espera de poder tratar el paquete de medidas económicas elaborado por el gobierno.