Jorge Martínez atribuyó el asalto de ayer a una venganza de dueños de whiskerías y bares de la zona de Rosario Norte para que no inaugure un local en la esquina de avenida Del Valle y Ovidio Lagos. "Vinieron a liquidarme": así se lo dijo a La Capital en una salita que vendría a ser su oficina y que está saturada de imágenes religiosas. El hombre asegura que regentea el Hotel Moderno desde hace tres años. Luce cadenas y anillos de oro, una tupida barba y presenta todos los signos propios de haber sufrido una fuerte paliza. Dice que llegó a la Argentina "de pequeño" procedente de las Islas Canarias y que todos sus problemas comenzaron cuando pensó en abrir una whiskería en una de las esquinas más tradicionales de Pichincha, frente al lugar donde funcionó el legendario cabaret Telarañas Show. Ese local ayer estaba cerrado, pero el Gitano asegura que ya tiene todos los permisos municipales en regla para inaugurar "esta noche" (por el viernes). Por esos papeles dice que debió esperar más de ocho meses. Ahora, y con todas las cuestiones en regla, Martínez piensa en complementar la whiskería con su hotel por horas y ofrece mayores "beneficios" para las mujeres que trabajen allí. Eso -remarca- molestó a muchos de sus competidores. Hace un tiempo, dijo, mantuvo un violento altercado con un empresario de la noche, al que denunció por amenazas calificadas en el juzgado de instrucción 10ª.
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