El jueves de la semana pasada terminó la licencia que solicitó el presidente Víctor Vesco por enfermedad. Campagna ni siquiera duda de su regreso. En realidad no tiene la menor idea sobre las intenciones del escribano, pero demuestra que lo necesita. Y algo más. "La reestructuración no se puede encarar en estas condiciones. El presidente está de vacaciones, el vice segundo (Ricardo Ferguson) tiene algunos problemas comerciales, el secretario de actas (Raúl Frías) tiene sus tareas independientes por lo que no participa del andamiaje financiero y el protesorero (Eduardo Liberati) está de licencia. Central cuenta con muy pocos directivos abocados a una tarea profunda y bien compenetrados de la situación. Se necesita la compañía de todos. No tengo apetencias políticas de ninguna especie como algún trasnochado anda diciendo por ahí. Por eso hablo con libertad y transparencia. Hay que tomar decisiones rápidas y drásticas". -¿Usted quiere decir que algunos desaparecieron? -No, tienen problemas personales que no les permiten estar en el club. -¿Qué pasa con Vesco? -Tiene que decidir si retorna o no. Hay una situación muy seria y Central necesita de todos; pero para sumar, no para restar. El pidió la licencia por salud, pero las veces que lo vi noté que estaba perfecto. -¿Tiene diálogo con él? -A diario. Discutimos algunas cosas porque no comparto su forma de ser, pero nada más.
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