Con contadas excepciones, las piletas de los clubes rosarinos tampoco parecen erigirse como una opción mayoritaria en reemplazo de las vacaciones fuera de la ciudad. Sin embargo, para tener un panorama más ajustado habrá que aguardar hasta que apriete aún más el calor o hasta que las familias admitan que la ansiada escapada turística no se hará realidad y tendrá que esperar tiempos mejores. Lo cierto es que por ahora los clubes no se hacen ilusiones. "Hay muchísima menos gente que el verano pasado", advierten desde la escuela de natación del Club El Tala. Y lo explican: "Vienen los chicos, pero los grandes se quedan en la casa". En el Club Atlético Provincial el panorama es similar: fuera de los llamados "socios golondrina" que se inscriben habitualmente para esta época del año para usar las piletas, la masa societaria fue cayendo a lo largo del 2001 y, hasta ahora, los abonos a la pileta también son muchos menos. Desde el Atlético del Rosario, más conocido como Plaza Jewell, analizan la situación. "Ser socio de un club figura último en las prioridades que hoy tiene la gente", admiten. Así, el ingreso de nuevos socios en los últimos tiempos es excepcional y hasta cuesta mantener a los tradicionales. En lo que hace a la temporada, los abonos arañan lo que es habitual con claro predominio de los menores, mientras los adultos resignan la cuota destinada a pileta en favor de sus hijos. En algunos clubes los permisos de pileta se mantienen estables. Ese es el caso del Atlantic Sportmen y de la sede de Gimnasia y Esgrima en el parque Independencia, donde los abonos de esta temporada están parejos con los de la anterior. Una excepción al lamento es el Náutico Avellaneda, que dice estar de parabienes. Afirma tener desde hace tiempo una creciente cantidad de asociaciones y abonos de pileta.
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