Nueva Delhi/Islamabad. - En el momento de máxima tensión fronteriza en los últimos 15 años, India y Pakistán renovaron ayer un acuerdo por el que ambos países se comprometen a no atacar sus instalaciones nucleares. Ambos países intercambian cada año una lista de instalaciones nucleares para incluir en el acuerdo -que entró en vigencia en 1991- una de las pocas medidas destinadas a aliviar las tensiones entre dos naciones con arsenales nucleares. Como un gesto de buena voluntad el gobierno paquistaní detuvo a una veintena de integrantes de grupos islamistas -Lashkar-e-Taiba y Jaish-e-Mohammad- presuntamente vinculados con el ataque terrorista al Parlamento indio que dejó 14 muertos. Igualmente los enfrentamientos en la frontera continúan.
India ofreció conversaciones de paz si Pakistán abandona su "mentalidad anti-india", pero Islamabad expresó que Nueva Delhi aún estaba concentrando fuerzas en la frontera y que la situación seguía siendo "altamente explosiva". En un mensaje de año nuevo a la nación, el primer ministro indio, Atal Behari Vajpayee, dijo que no quería guerra, y que incluso consideraría dialogar sobre la disputada región de Cachemira -centro de las últimas tensiones-, pero sólo si Pakistán pone fin a su "terrorismo" a través de la frontera.
Tony Blair, el mediador
Pakistán anunció que el primer ministro británico Tony Blair planea una visita a ambos países la semana próxima, para abogar por la paz entre ambos. Islamabad continuó acusando a India de continuar su despliegue militar a lo largo de la frontera. "Cualquier pequeño incidente podría conducir a que la situación se salga de control", dijo un funcionarios del ejército en Muzaffarabad, la capital de Cachemira, en la parte paquistaní.
En las últimas 48 horas, tropas indias abatieron a por lo menos once soldados paquistaníes y destruyeron al menos una docena de bunkers durante un enfrentamiento armado en Cachemira, la zona fronteriza entre ambos países, según un vocero del ejército de Nueva Delhi. El portavoz, que hizo el anuncio en Jammu -capital de la zona de Cachemira- expresó que las tropas indias replicaron a algunos disparos de mortero disparados desde Pakistán en el área de Mendhar, 24 kilómetros al este de Jammu.
Fuerzas indias bombardearon dos distritos de Cachemira que están bajo control paquistaní. Las tropas paquistaníes reaccionaron disparando con morteros, lo cual provocó la muerte de dos soldados indios y cinco heridos.
La grave situación en la región provocó que unos cinco mil civiles abandonaran cinco localidades del distrito de Bhimbher, en el sur de Cachemira, dijeron fuentes oficiales. Lo mismo está ocurriendo en otras localidades de la región.
El aumento de las tensiones ha despertado temores de una cuarta guerra entre India y Pakistán. Ambos países dicen que no quieren una guerra, pero ninguno accede a las exigencias del otro.
Funcionarios indios dijeron que los ejércitos de ambos países intercambiaron disparos de ametralladoras y fuegos de mortero durante la noche a través de la zona de alto al fuego de la región himalaya de Cachemira, que comparten las dos naciones. Los soldados están en alerta a lo largo de la frontera común de más de 3.000 kilómetros, casi tres semanas después de que un atentado suicida en el Parlamento indio en Nueva Delhi generó el mayor despliegue militar de ambos rivales en los últimos 15 años.
Sin diálogo
Pero las continuas tensiones fronterizas sepultan la posibilidad de una reunión entre los líderes de India y Pakistán para descomprimir la situación entre las dos potencias nucleares.
En la cumbre de países del sur de Asia programada para el 4 hasta el 6 de enero en Nepal estarán presentes tanto el premier indio, Atal Behari Vajpayee, como el presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, confirmaron Nueva Delhi e Islamabad. "No hay todavía posibilidades de un encuentro cara a cara entre los dos", dijo un funcionario indio. Tampoco está prevista una reunión entre cancilleres.
Dos de las tres guerras que libraron Pakistán e India desde que en 1947 se independizaron de Londres, fueron por la región de Cachemira.
"La afluencia de tropas indias en la frontera continúa", denunció el portavoz presidencial paquistaní, general Rashid Qureshi. Las intenciones de India "no son claras y Pakistán asumió todas las medidas defensivas", dijo el portavoz.
Pakistán puede pagar un alto costo -estiman analistas- porque está abandonando su presencia militar en la frontera con Afganistán, lo que podría permitir el paso de militantes de Al Qaeda, la red de Osama Bin Laden.
India recibió como "una acción necesaria" pero no suficiente las detenciones dispuestas por Pakistán de líderes y activistas de los grupos islámicos Jaish-e-Mohammad y Lashkar-e-Taiba, acusados por Nueva Delhi de alimentar el terrorismo en la frontera.
El canciller indio, Jasvant Singh, consideró como "un paso en la dirección correcta pero es preciso otro paso visible, creíble y verificable". India pidió la extradición de unos 20 supuestos terroristas buscados por atentar en su territorio.
Se trata de un ultimátum que difícilmente el presidente paquistaní podrá acoger, ya que tendría una gran resistencia interna por parte de los grupos más radicales. "En esa lista no hay pruebas, entonces no podemos tomarla en consideración", dijo Azia Ahmed Khan, vocero de la cancillería paquistaní.
"Pakistán combate el terrorismo y forma parte de la alianza internacional pero continuará su apoyo político y moral a la autodeterminación del pueblo de Cachemira", explicó. Cachemira es una región con mayoría musulmana dividida en dos por la ONU en 1948 en espera de una consulta popular que nunca se realizó.
En la última semana, ambos países concentraron tropas en la frontera y adoptaron medidas de represalia recíprocas, como la reducción de sus representaciones diplomáticas, el cierre de su espacio aéreo a los aviones del otro país y el corte de las comunicaciones por tierra. (Reuters, DPA y Ansa)