El plan económico que está terminando de detallar el principal referente económico del nuevo gobierno, Jorge Remes Lenicov, prevé llevar la paridad oficial del peso con el dólar a 1,40, ajustable según la evolución de una canasta de monedas que integrarían la divisa estadounidense, el euro y el real. También contempla pesificar las deudas y mantener la inmovilización de los plazos fijos, que serían devueltos en dólares, según un cronograma que va de los 180 días a un año. El programa de creación de un millón de empleos anunciado por Adolfo Rodríguez Saá continuará, aunque reconvertido en un subsidio de formación profesional para jefes y jefas de familia de hogares desocupados.
Según adelantó el propio Duhalde, el nuevo plan económico se anunciará el viernes próximo, luego de que jure como nuevo presidente y asuma el nuevo gabinete. Anoche se descontaba que el nuevo titular del Palacio de Hacienda sería Remes Lenicov y que se crearía un Ministerio de la Producción, a cargo del titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Ignacio de Mendiguren.
En su discurso ante la Asamblea Legislativa, el nuevo presidente adelantó sólo algunos conceptos de lo que será su gestión económica: asumió el compromiso de "terminar con un modelo agotado que arrasó a la misma convertibilidad", respetar los pactos federales firmados con las provincias, mantener el plan de subsidios para un millón de personas, devolver los plazos fijos en la moneda pactada originalmente, consolidar el Mercosur y "reconstruir el corazón del aparato productivo e industrial".
También confirmó que se mantendrá la suspensión del pago de la deuda externa y advirtió que la Argentina "está quebrada", con un Estado imposibilitado de pagar sueldos y jubilaciones. En ese sentido, el nuevo equipo económico estudia la emisión de 3 mil millones de Lecop para atender los gastos más urgentes del fisco.
Además, prometió investigar si hubo maniobras de los bancos para girar fondos al exterior durante la vigencia del corralito. "Los argentinos fueron robados y no permitiremos que los ahorristas sean rehenes del sistema financiero", dijo.
El plan Remes
Los trascendidos sobre el plan económico que prepara el equipo de Remes Lenicov indican que el nuevo gobierno estudia la creación de un impuesto especial a "los sectores exportadores que se beneficiarían con una devaluación". Se mencionó la venta al exterior de combustible y, hasta ahora, no se incluyó al campo en el listado.
Las versiones también indicaban que estaba en estudio la restitución de los aportes patronales a las empresas privatizadas, a sus niveles históricos. Es decir, dejando sin efecto la rebaja que había instrumentado Cavallo cuando todavía era ministro de Carlos Menem. Según los cálculos de los economistas de Duhalde, esa medida permitiría recuperar unos 3 mil millones de pesos de recaudación.
Atendiendo a los reclamos de los organismos financieros internacionales, el gobierno también quiere presentar un proyecto de presupuesto "equilibrado" para el año 2002, en el cual no obstante no se contemplarían recortes de salarios ni jubilaciones. Sí una reforma en la administración pública.
Con este ajuste en marcha, el gobierno pretende presentar un programa "sustentable" al gobierno de Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional (FMI), en aras de conseguir un paquete de ayuda crediticia de unos 16 mil millones de pesos para sostener las reservas.
Ayer por la tarde se especulaba con que Daniel Marx, el ex secretario de Finanzas de Cavallo y también hombre de consulta de Rodríguez Saá, podría seguir al frente de la negociación con los acreedores.
Tarde pero en dólares
En cuanto a la inmovilización financiera, una de las causas más fuertes del último cacerolazo, el equipo que encabeza Remes Lenicov es consciente de la imposibilidad de salir del corralito en forma inmediata sin desembocar en la caída de los principales bancos y ganarse la enemistad del sector financiero.
Por eso, proponen flexibilizar las extracciones de las cuentas a la vista pero extender el congelamiento de los plazos fijos, fijando un nuevo cronograma de devolución según el monto de las imposiciones. Al término del nuevo plazo se devolverían en la moneda que fue pactada.
Una de las ideas que se barajan es que los depósitos inferiores a los 20 mil pesos (unos 600 mil ahorristas) se recuperen en junio o julio. Los que sean menores a los 100 mil dólares, se devolverían en diciembre próximo. Por encima de esa cifra, el plazo sería mayor.
Una posibilidad que también está en estudio es la de permitir el retiro de depósitos al vencimiento original hasta 3 mil pesos, aunque en este caso la moneda de cambio sería el Lecop.
En este aspecto, el nuevo gobierno se manejaría por los carriles de las conversaciones que el fin de semana mantuvieron Rodolfo Frigeri y autoridades del Banco Central con los principales banqueros del país. En ese encuentro, durante el cual los directivos de las entidades financieras reclamaron una profundización de las medidas de restricción, se hizo un análisis de la situación. Del total de depósitos por 64.220 millones de pesos, unos 40 mil millones corresponden a plazos fijos, pertenecientes a 1,2 millones de ahorristas. Un 80% de ese monto está concentrado en colocaciones inferiores a 30 mil dólares.
Las cifras suministradas por la autoridad monetaria dan cuenta de que el peso de la inmovilización cayó en los sectores medios ya que los grandes inversores retiraron el dinero antes de las restricciones.
Nueva canasta
Respecto del régimen monetario, el nuevo gobierno estudia fijar un cambio del orden de los 1,40 pesos por cada dólar, que se ajustaría en la base a una canasta de monedas integradas por la divisa norteamericana, el euro y el real. En principio, si esto se hiciera dentro de la convertibilidad (modificada), obligaría a tener el respaldo en las reservas de esas tres monedas, para garantizar la libre conversión. La cuestión no fue aclarada por el equipo que acompaña a Duhalde. Por lo pronto, el feriado cambiario regiría hasta el lunes próximo.