Grupos de vecinos de algunos barrios de la Capital Federal volvieron anoche a hacer sonar cacerolas, instantes después de que Eduardo Duhalde fuera nombrado como nuevo presidente por la Asamblea Legislativa. Si bien comenzó de modo muy desigual, al cierre de esta edición la movilización popular fue en aumento, tensando otra vez el clima en las inmediaciones del Congreso y la Plaza de Mayo. Las voces de protesta coincidieron en repudiar la figura de Duhalde y en exigir la realización de elecciones. La exteriorización de la bronca se advirtió en algunas esquinas de Flores, Almagro, Palermo Viejo y Once, así como en puntos de las avenidas Santa Fe, Córdoba y Pueyrredón, pero no pareció tener incidencia en Mataderos, Barracas, Parque Patricios y otros barrios del sur. Apenas segundos después de que la Asamblea nombró a Duhalde como nuevo jefe del Estado, las cacerolas comenzaron a sonar, con el precedente de las protestas de gran escala protagonizadas por sectores medios de la Capital Federal que llevaron a la renuncia de Fernando de la Rúa y, días después, reclamaron la dimisión de los miembros de la Corte Suprema de Justicia y de algunos funcionarios de Adolfo Rodríguez Saá. Cerca de las 23.20 se escucharon las primeras protestas espontáneas que, apenas unas semanas atrás, pusieron de manifiesto el malhumor de la clase media. Los reclamos comenzaron en las esquinas de Congreso, Barrio Norte, Palermo, Almagro, Flores y Caballito, aunque algunos grupos exhortaron a marchar hacia la zona céntrica, donde se mantenía un amplio dispositivo de seguridad en inmediaciones del Parlamento y la Plaza de Mayo que, pese a haber sido reforzado entrada la madrugada (hasta con helicópteros), no amedrentó a los manifestantes. Entre las imponentes vallas montadas por la Policía Federal en torno a la sede del Poder Legislativo podían advertirse varias fogatas encendidas por los manifestantes, que no dejaban de ir y venir bajo la atenta mirada de los uniformados. Hasta hubo un intento de incendiar un auto. También se produjeron cortes en las intersecciones de Santa Fe y Pueyrredón y Córdoba y Pueyrredón, donde se advirtieron pequeñas fogatas. Y hubo caravanas de automovilistas que hicieron sonar sus bocinas.
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