El presidente de los Estados Unidos, George Bush, anticipó ayer que colaborará con las flamantes autoridades argentinas en la implementación de un nuevo plan económico que saque al país de la recesión. Bush anticipó que respaldará al presidente que designe la Asamblea Legislativa, "una vez que puedan crear un plan para lograr crecimiento económico". Asimismo, el jefe de Estado norteamericano dijo estar "preocupado" por la situación de la Argentina, país al que consideró una "parte importante de nuestro continente". "La Argentina es una democracia vibrante. Esperamos que puedan poner las cosas en orden rápidamente. Apenas designen a su nuevo presidente, nos pondremos a trabajar con él. Me comunicaré inmediatamente después de que sea elegido", anunció Bush. Además, el mandatario estadounidense ofreció la asistencia "técnica" del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la elaboración del nuevo plan económico. Por su parte, el presidente de Italia, Carlo Ciampi, expresó su solidaridad hacia la Argentina al señalar que es un país "que sentimos tan cerca". "Esperamos que (la Argentina) pueda encontrar muy pronto el camino de la serenidad y el progreso", agregó el presidente italiano. En tanto, en Pardinho, a 200 kilómetros de San Pablo (donde recibió el año nuevo) el presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, afirmó que "cabe al pueblo argentino definir los rumbos de su país". En ese sentido, opinó que existe "disposición de la comunidad internacional de ayudar", aunque aclaró que la asistencia "depende del fin de la crisis interna". "Cuanto mejor vaya Argentina, mejor para Brasil... El problema no es económico sino social y político, aunque después será también económico", agregó Cardoso. En esa línea, subrayó que la "Argentina muy importante para nosotros, un país rico, que tiene una base agrícola muy fuerte y una población educada". Por su parte, el canciller Celso Lafer manifestó su confianza en que la Argentina "encuentre el punto de equilibrio necesario para caminar por el sendero institucional".
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