Carlos Roberto Moran
Carlos Reutemann no viajó a Chapadmalal, pero sí en cambio estuvo ayer casi todo el día en la Capital Federal. El cambio de actitud fue tan obvio como elocuente. En el primer caso con su ausencia le quiso hacer saber al hoy ex presidente Adolfo Rodríguez Saá que sus siete días de gobierno en nada lo habían convencido. Y que su disconformidad respecto de determinadas designaciones -esto es, las de Víctor Reviglio y José María Vernet- era total. Otros son los aires que empezaron a correr desde que fue creciendo la alternativa de la designación del senador bonaerense Eduardo Duhalde como presidente para completar el mandato de Fernando de la Rúa hasta diciembre de 2003. Esos nuevos aires nacieron del hecho de que el gobernador santafesino no advertía que en el alterado panorama nacional hubiera espacio para una campaña electoral y la designación de un nuevo presidente por votación popular. A La Capital en primer término y luego a otros medios de comunicación les dijo que hablar de elecciones era "hacer futurología", en momentos de tanta tensión como los actuales. También a través de este diario, el pasado sábado, el gobernador reclamaba un plan económico, la atención a los sectores más desprotegidos de la sociedad y la aplicación de medidas que permitan ir saliendo de la actual asfixia que han producido la bancarización y, especialmente, el "corralito". Las preocupaciones de Reutemann eran también las de otros gobernadores justicialistas y todas ellas fueron conocidas por Duhalde. Si bien el Lole ha tenido discrepancias con el nuevo presidente, a todas luces resolvió dejarlas de lado para asegurarle tanto su designación como la consolidación de las instituciones. A Reutemann le genera inquietud la amplitud de los reclamos que en no pocos casos han llegado a lesionar la continuidad de las propias instituciones, tal como se lo comentara también a La Capital. Todo indica que Duhalde se habría comprometido ante el gobernador provincial a respetar algunas cuestiones básicas, entre ellas no efectuar designaciones de dirigentes peronistas santafesinos que no cuenten con el visto de Reutemann, cumplir con las deudas que la Nación tiene con la provincia y que están hoy lesionando severamente la estabilidad económica de Santa Fe y respetar también la coparticipación. Un adicional político que debe haber gravitado para inclinar la balanza de los votos santafesinos a favor de Duhalde es que éste se comprometió ante los gobernadores a no presentarse como candidato a presidente en diciembre de 2003. La continuidad del apoyo de Reutemann al nuevo presidente estará supeditada a lo que vaya aconteciendo de aquí en más, porque el gobernador no es una persona proclive a ponerse cadenas que terminen inmovilizándolo. Por el contrario, aguardará conocer políticas e ir viendo los resultados de la aplicación de esas políticas que reclama se vayan adoptando de manera urgente antes de asumir nuevos compromisos. Porque advierte que la feroz crisis que nos afecta no permite ninguna dilación ni, menos, ningún equívoco. "De lo contrario -ha dicho-, el dirigente político que sobreviva será sólo por milagro".
| Reutemann estuvo ayer todo el día en Capital Federal. | | Ampliar Foto | | |
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